martes, 20 de septiembre de 2016

Analisis de obra de arte: El pensador de Rodin

ANALISIS DE LA OBRA EL PENSADOR DE AUGUSTE RODIN


Margarita Roel Mendizábal




Breve Biografía.-
Auguste Rodin nace en París en 1840. A los 14 años entra a estudiar a la Escuela de Artes Decorativas, pese a la oposición de su padre. En esa escuela se dará cuenta del principio que lo guiará en todo su arte:
“La mayor dificultad en el arte, la que domina todas las otras, es la ciencia del dibujo. Sin dibujo no hay verdad” (Judith Cladel, p. VIII).
Sus grandes maestros serán Lecocq, Barye y Carpeaux. De estos tres los más conocidos fueron Antonine Louis Barye, que se especializó en esculturas de animales, y Jean Baptiste Carpeaux, cuyas esculturas se caracterizaban por la danza y el movimiento, y quien fuera a su vez influenciado por la escultura francesa del siglo XVIII.  
Rodin no encaja en la Escuela de Artes Decorativas, puesto que sigue la escuela del pintor David y sus discípulos, caracterizados porque imitaban a la escultura antigua. Cuando tuvo que ganarse el pan, trabajo en la casa de un adornista, donde trabaja con la arcilla. Allí, un colega suyo, le aconseja que los motivos decorativos de hojas los trabaje no en altorrelieve sino bajo la técnica de la Ronde-bosse, lo que le dará luz y sombra a la figura y conseguirá darle vida a las hojas.
Su deseo de conocer lo impulsa a buscar nuevos horizontes, pero ve que en la Escuela de Bellas Artes no lo encontrara pues esta imbuida bajo el estilo Louis Phillipe, es decir la aridez y la chatura. Entonces sigue el consejo de su maestro Lecocq, quien le aconseja estudiar a la naturaleza.
En 1864 conoce a Rose Beuret con quien tendrá un hijo. En ese momento trabaja de taller en taller hasta que trabaja con Carrier-Belleuse, un seguidor de la escuela renacentista, y de quien dirá es el Clodion del segundo Imperio, ya que sigue el espíritu del siglo XVIII. Es en ese momento en el que ya comienza a manifestarse su apego a las obras de vigorosas y heroicas, nacidas de un severo trabajo. Presenta al salón su escultura El hombre de la nariz rota, tomando de modelo a un anciano de nariz rota, y que es rechazada. 


                    Auguste Rodin (1864)
       El hombre de la nariz rota (L’homme au nez casse)
              (Mármol) 44,8X 41,5 cm.; grosor 23,9 cm.
                       Musée Rodin

Cuando Carrier-Belleuse viaja a Bruselas a trabajar en la Bolsa de Valores, viaja con él y ahí trabaja en las decoraciones del edificio, en las cariátides de la fachada de diversas casas, en las figuras y frontones del exterior de la Bolsa. Ya con 35 años modela varias esculturas en arcillas para vaciarlas al bronce, y una de ellas es la de un joven desnudo y bello, que la trabaja durante 18 meses. Se inspira en la antigüedad, en el ritmo la distribución de los cuatro planos, vista de manera geométrica y distribuida en un balanceo armonioso pero nervioso. En Bruselas se llamó El vencido y El soldado herido. Fue expuesto en el Circulo Artístico de Bruselas, causando un escándalo pues dio tal impresión que lo acusaron de hacer la escultura en base al vaciado de un modelo vivo. Fue enviado al Salón de Paris con el nombre de La Edad de Bronce, en donde persistieron las acusaciones. Entonces Rodin gestiono para que se formara un comité conformado por escultores quienes finalmente le dieron la razón al artista. Tres años más tarde, el Estado compro la obra con el precio que había costado la fundición.



        Auguste Rodin (1877)
    La Edad de Bronce (L’Age d’Airain) (Bronce)
             180,5x 68,5 cm; Grosor: 54,5 cm
            Musée Rodin

Sin embargo, el artista quería perfeccionarse más en su arte, busca la verdad, y busca a Miguel Ángel. Por ese motivo, viaja a Italia en 1875, llegando a Florencia, Roma, Nápoles y Venecia, visitando museos; hace apuntes de las esculturas de Donatello, Verrochio, y Miguel Ángel, estudiando el Moisés, y lo que más le impresiona es la Sacristía de San Lorenzo, del cual quedara maravillado.
Regresa a Bruselas, y realiza varias esculturas bajo la influencia de Miguel Ángel y de quien toma las poses, la intensidad en la fuerza, el nerviosismo en la musculatura, y descubre que es:
la vida palpitante, la oposición de los relieves y los huecos, el arte de la profundidad y la saliente (…) Es la tela puesta sobre los planos, que los enlaza y armoniza, provocando el juego de las sombras y las luces” (Cladel, p. XV).
Sin embargo, no quiere imitarlo pues se opone a toda imitación.
Regresa a Paris y en el taller de un amigo elabora San Juan Bautista predicando, de un tamaño mayor que el natural, para evitar que lo acusen de vaciado del natural. Fue mostrado en el salón de 1880, junto con La Edad de Bronce, con la intención de que la gente los compare. Sin embargo, la Academia solo le dio una medalla del tercer premio. Pese a ello, los críticos de arte elogian su obra y la comparan con la escultura de Donatello. Un estudio preliminar a la obra es una escultura en arcilla del cual los modeladores del taller lo llaman El hombre que marcha. (1877). El modelo original se encuentra actualmente en el Museo de Lyon. 


      Auguste Rodin (1880)                          
                        San Juan Bautista predicando (Saint Jean Baptiste) (Bronce)
                      203x 71,7 cm; Grosor: 119,5 cm.
                                  Musée Rodin




      Auguste Rodin (1907)
                         El hombre que marcha o Hombre dando un paso (L’Homme qui marche)
          (Bronce)  213,5x 71, 7 cm; Grosor: 156,5 cm
            Musée Rodin

Teniendo la edad de 40 años, de dedica a leer a los poetas de la época, a los historiadores, los novelistas, la Biblia, la mitología, los clásicos griegos, Dante Shakespeare, y a Víctor Hugo. Es también cuando tiene de alumna y amante a Camille Claudel, a quien retrata y con quien trabaja. Es en ese momento también en el que se le ofrece la oportunidad de elaborar una puerta para el futuro Musée des Arts Décoratifs bajo el tema de la Divina Commedia de Dante. Para inspirarse toma de referencia a Les Fleurs du Mal de Baudelaire, que se caracteriza por describir el infierno de las pasiones humanas. En cuanto a la parte escultórica, toma de referencia a las puertas del Baptisterio de San Juan, de Lorenzo Ghiberti, llamada también La Puerta del Paraíso, pero además en el Juicio Final de Miguel Ángel, y bajo el influjo de Carpeaux. Para elaborar la puerta ejecuta una serie de figuras pequeñas, porque “… así no vendrán a acusarme de haberlas acusado del natural”. (Cladel, p. XVIII, y Neret, p. 36).
Demora en ejecutar este trabajo 20 años, y la compone de dos paneles, uno en altorrelieve y el otro en semirrelieve. En ella le agrega elementos como cabezas, grupos, figuras, etc. A su vez, en su afán de lograr un mayor efecto y no recargar el conjunto, va retirando algunas figuras que había agregado y que luego las convierte en esculturas independientes. Entre las esculturas que forman parte del conjunto se encuentran La Cariátide, la mujer agachada, aquella que fue hermosa, la Danaides, la esfinge, la muerte de Adonis, fugit amor, la pareja del Beso (Paolo y Francesca), el Poeta (El pensador), Ugolino, las faunesas, las condenadas, los genios, las sombras, pasando a ser 200 motivos. Entre las que son separadas se encuentran Joven madre en la gruta, las lloronas, el beso, Paolo y Francesca, la Danaide, y la que convierte en escultura aparte es el El Pensador.
En general, esta obra en su conjunto refleja la condición humana con sus luces y sombras, tal como declara Roger Ballu, funcionario encargado de vigilar el progreso del trabajo:
“… demostrara ser una creación verdaderamente autónoma, podrá criticársela, ya que los principios que la gobiernan contrarían todas las reglas conocidas. Pero también se reconocerán sus méritos, pues está dominada por una energía y una voluntad de estilo que va más allá de su ejecución. Se trata, en el verdadero sentido de la palabra, de una obra de arte… cada cuerpo obedece inexorable a la pasión que lo domina, cada musculo sigue el impulso del alma. Incluso en las extrañas contorsiones y en las formas más absurdas reina una lógica, es decir, las figuras se hallan en armonía con el destino que el artista ha impuesto a su existencia rebelde y dolorosa. Rodin, en esta atmosfera penetrada de su genio, provoca en nosotros un horror trágico” (Citado por Neret, pp. 32-33).
Sin embargo, y a pesar de la admiración que causo a algunos, a otros les causo rechazo y la criticaron por la osadía de la ordenación pues, decían, era más propio de la pintura que de la escultura. Se desconoce, sin embargo, el motivo por el cual Rodin no la llego a vaciar en vida, y quedo solo el modelado en yeso, que se encuentra actualmente en el Musee D’Orsay, justo donde se tenía pensado que debía ir el Museo. A la muerte de Rodin, el primer curador del Museo Rodin tenía un modelo completo de las puertas montadas a partir de los moldes originales. El primer molde de bronce fue ejecutado en 1926-1928 y la primera edición en bronce se encuentra en el Museo Rodin. En la actualidad hay siete elencos de las Puertas del Infierno en todo el mundo, realizados entre 1926 y 1997. Estas son:
-       Filadelfia, Pensilvania (Museo Rodin)
-       Tokio (Museo Nacional de Arte Occidental)
-       Zurich (Kunsthaus Zurich)
-       Stanford (Jardín de esculturas de Rodin)
-       Seul (Plateau, Seul, Corea)
-       Shikuoka (Museo de la prefectura)
-       México (Museo Soumaya)

(Las siguientes esculturas que realiza se inspirarán en las propuestas escultóricas que hiciera para La Puerta del Infierno, como son Las tres faunas o las tres gracias danzando, inspiradas en las tres sombras, la meditación, que luego llamaran La voz interior (1885). Inspirándose también en las esculturas que aparecen la Puerta, está El hijo prodigo, que también es llamado Hijo del siglo, La oración del hijo repudiado, Vae Victis, el guerrero. (1885). Su rostro también inspirara en la escultura El Rostro del sufrimiento.
Por otra parte, y bajo la influencia de las ideas de Baudelaire, se crean las esculturas Soy hermosa (1882), que toma de referencia la idea del amour fou, la que inspirara a su vez la idea de la caída del hombre que se ve reflejada en la escultura La caída de Ícaro (1895). También deriva de esta idea Paolo y Francesca (1887), y la Danaide (1884 - 5). 
De acuerdo a Remy Díaz, La Puerta del Infierno sirve de referencia a la escultura del siglo XIX y XX en cuanto a que le da nuevas capacidades para expresar a la escultura, es una nueva interpretación del bajorrelieve, rechaza el lenguaje y el ideal neoclásico, se logran expresiones más fuertes de los personajes y del artista, y se rompe con la figuración (Canal Educatif). 

El pensador: Análisis.-


Título de la obra:      El pensador (Le penseur)
Fecha:                       1902-04
Material:                    Bronce
Medidas:                   180 x 98 cm; Grosor 145 cm
Ubicación:                Musée Rodin, Paris (Jardín des sculptures)


Análisis pre – iconográfico
Observamos una sola figura, la de un hombre desnudo y musculoso, que yace sentado sobre una piedra. Se encuentra pensativo, apoyando el mentón en la mano derecha, mientras que la izquierda reposa sobre el muslo izquierdo. Mira reflexivo hacia el vacío. Vista de perfil, la línea de equilibrio nace desde el omoplato y termina en la punta de los pies. Visto de frente, la línea de equilibrio se inicia en la cima de la cabeza y finaliza en el pie izquierdo. Desde la espalda, la línea de equilibrio aparece en el omoplato y finaliza en la cadera. Esta línea también crea una tensión relativa debido a que la figura se    encuentra sentada, por lo que se forma una línea horizontal que contrarresta la tensión.



En cuanto a la composición, la figura se compone de dos líneas diagonales, formadas por la espalda curvada y las piernas recogidas, por lo que las líneas se cruzan y forman la figura de una X, creando cierto reposo pero con una tensión contenida.
 Por último, la figura se halla compuesta de curvas, formadas por la espalda, las piernas recogidas y el brazo, el cual forman una S y que generan un movimiento contenido sobre su eje.
Análisis iconográfico
La escultura El Pensador fue concebida para decorar la parte superior de la Puerta del Infierno, y representa a Dante. El nombre El pensador le fue colocado por los obreros que trabajaban en la fundición de la obra, los que notaron su similitud con la estatua de Lorenzo de Medici llamado  Il Penseroso  (El pensador) (WebArt). 







La imagen de Dante de esta escultura difiere de la imagen de Dante que era popular en su época, que era la de estar vestido a la usanza de su época. Tal como podemos encontrar en estos dos ejemplos, en la pintura de Delacroix y en los famosos grabados de Gustave Doré, Dante aparece vestido y no desnudo, y más bien las figuras que aparecen desnudas son la de los condenados, con lo cual la propuesta de Rodin resulta ser completamente opuesta a la imagen que estaba de moda.
   

Análisis iconológico.-
De acuerdo al Blog “Goya” de José Miguel Hernández, en la que cita un texto de Rodin (si bien no indica de donde fue extraída), donde narra la manera en que hizo el proceso para elaborar esta escultura:
En el frente de esta puerta, pero sobre una roca, profundamente absorto en su meditación, Dante sacó a la ley las formas para su poema. Detrás de él están Francesca, Paolo y todos los personajes de la Divina Comedia. Este proyecto quedó anulado. Delgado y ascético en su sencilla bata y aislado dentro del conjunto, mi Dante no hubiese tenido significado. Siguiendo mi inspiración original, ejecuté otro "Pensador", un hombre desnudo sentado sobre una roca, los dedos de los pies agarrándose de los bordes extremos. Su cabeza sobre su puño, preguntándose. Pensamientos fértiles lentamente nacen en su mente. Él no es un soñador. Él es un creador. Durante un año entero viví con Dante, sólo con él, dibujando los círculos de su infierno. Al final de aquél año, comprendí que si bien mis dibujos representaban mi visión de Dante, se habían vuelto demasiado alejados de la realidad. Así que lo comencé todo de nuevo, trabajando del natural, con mis modelos” (Goya).
Estilísticamente hablando, Rodin tomó de referencia el Torso del Belvedere y la escultura de Lorenzo de Medici sedente de Miguel Ángel de la Capilla Medici. Y mientras la imagen de Lorenzo de Medici aparece vestida, en cambio en la escultura romana el personaje aparece desnudo, lo cual al parecer fue esta la fuente de inspiración que toma de modelo Rodin para su obra. Por otra parte, en el fresco de Miguel Ángel, muchos de los personajes bíblicos aparecen desnudos, salvo los que representan ancianos y algunas mujeres (La virgen María). Entonces, fue también la obra de Miguel Ángel que sirvió de inspiración para hacer un Dante desnudo.
Sin embargo, en la escultura de Lorenzo de Medici, la imagen se encuentra meditando pero conectada con el mundo, pensativa pero en acto de reflexión, mas no de melancolía, que es la expresión que tiene la figura de Dante de Rodin. De acuerdo a Gilles Neret:
“… es la manera como traduce la actividad de pensar en la tensión de cada uno de los músculos, dando expresión al trabajo intelectual” (Neret, p. 35).
Esta idea no es la que se percibe en esta obra. De acuerdo a la página web Webart, esta escultura representa a un hombre en la meditación sobria luchando con una poderosa lucha interna, y a menudo esta obra se utiliza para representar a la filosofía (WebArt). Pero, ¿Contra qué lucha interna está luchando? No nos la explica.
La explicación nos la da el mismo Rodin, cuando enseña a Paul Gsell la diferencia entre la escultura de Fidias y de Miguel Ángel. Para hacer comprender esta, hace dos esculturas de arcilla: la que imita a Fidias, cumple los cánones griegos, respetando los cuatros planos e iluminados bajo la luz; en cambio, en la escultura a la manera miguelangelesca, modela un hombre con la espalda curvada hacia adentro y las piernas dobladas, y dice al final:  
Y si ahora, tal como lo hemos hecho para la técnica de los griegos, buscamos la significación espiritual de Miguel Ángel, encontraremos que su estatuaria expresa el retorcimiento doloroso del ser sobre sí mismo, la energía inquieta, la voluntad de actuar sin esperanza y sin éxito. En una palabra: el martirio de la criatura a la que atormentan aspiraciones irrealizables” (Rodin, Auguste, p. 182)

                   










Apollonius (Siglo I d.c.)                                     
         Torso di Belvedere (Mármol)                               
Museo de Pio-Clementino (Vaticano)  














Retrato de Lorenzo el Magnifico
           (Mármol) Sacristía Nueva S. Lorenzo








Albert Durer (1515)
Melancolía I (grabado). 24X18.8cm.
Esta descripción coincide con la escultura, y más aún si nos fijamos en el rostro del personaje que aparece muy serio y mirando hacia sí mismo, desconectado del mundo, melancólico. Si comparamos esta escultura con otros ejemplos en el arte occidental, la más similar es el grabado de Albert Durer titulada Melancolía I (1515) que tiene ese espíritu de desesperanza y resignación melancólica de la escultura de Rodin.

Dante no era una persona melancólica y para este escritor la melancolía era el quinto pecado capital, y la ubicaba en el círculo del infierno en donde se halla un frio glacial, ya que en la Edad Media la melancolía era considerada como una enfermedad y la teología la ponía como un pecado.
El melancólico lo cuestiona y lo rechaza todo; quien pretendía hacer suyo el ver y saber se aísla de los demás, se relaja de las leyes de la existencia, y eso hace que se pierda contacto con el mundo” (González Moreno, Beatriz. P. 237).   
Lo más cercano a la idea de melancolía es en la obra El origen de la Tragedia de Friederich Nietzsche. En ella plantea dos espíritus: el apolíneo y el dionisiaco. Mientras que lo apolíneo es lo medido, lo mesurado, el orden, en cambio lo dionisiaco es lo desbordado, tanto en la alegría como en la tristeza. Para Nietzsche, la tragedia nace de la alegría excesiva, de la de la soledad exuberante, del exceso de vitalidad. La tragedia, entonces, aparece al haber perdido la vida, y para tratar de suavizar este dolor, se la busca a través del arte:
Con la ayuda de este espejismo de belleza en la que ellos veían en los olímpicos su propia imagen, la ‘voluntad’ helénica combatía esta actitud por el sufrimiento, esta filosofía del mal y del dolor, cualidades correlativas de todo instinto artístico; y como monumento de su victoria, se yergue ante nosotros Homero, el artista ingenuo” (Nietzsche, citado por Jorge Riezu, p. 50)   
Esta tristeza de Dante es la tristeza del creador que se encuentra en la imposibilidad de alcanzar lo inalcanzable, pero también es el fiel reflejo de una época en donde se proponía controlar la naturaleza por medio de la ciencia y del progreso y que, al no poder conseguirlo, cunde en el alma del hombre moderno la decepción al progreso pero también la desilusión hacia el mismo hombre, hundiéndolo en una profunda melancolía.

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Bibliografía
AGUILA GOMEZ, José María del
S/f                               “Las ideas estéticas en Baudelaire”. A parte Dei, revista de Filosofía. Consultado el 16/09/2016
                        (http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/aguila39.pdf)
CLADEL, Judith
1953                          Rodin. Fotografías de Rene Jacques. Buenos Aires, Editorial Leru S.R.L.
FRISCH, Víctor
[1945]                        La vida y el arte de Auguste Rodin/ Victor Frisch; Joseph T. Shirpley. Buenos Aires: Ed. Poseidón.
DIAZ, Remy
S/f                   The gates of Hell. Consultado el 18/09/2016
(Youtube: Canal Educatif á la Demande)
GONZALEZ MORENO, Beatríz.
2007                          Lo sublime, lo gótico y lo romántico: la experiencia estética en el romanticismo inglés. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla – La Mancha.
GOYA
S/f                   El Pensador – José Miguel Hernández. Consultado el 17/09/2016
MUSEE RODIN
S/f                              Porte de l’Enfer (Puerta del Infierno). Consultado el 16/09/2016 (www.musee-d’orsay.fr).
NERET; Gilles
2002                          Rodin. Esculturas y dibujos, con un ensayo del Gilles Néret. Koln: Taschen GmbH.
RODIN, Auguste
[1944]                        El arte: conversaciones reunidas por Paul Gsell y Auguste Rodin. Trad. Y prólogo de José de España. Buenos Aires: Lib. – Edit. El Ateneo.
RODIN, Auguste
1943               Las catedrales de Francia / Auguste Rodin; noticia preliminar de José R. Destéfano; versión castellana de Ángel Oswaldo Nessi. Buenos Aires: Libr. y Editorial El Ateneo. 
RIEZU, Jorge
2000               Nietzsche: estética, religión y moral. Una antología. Salamanca: Editorial San Esteban. 
WEBART     
S/f                              The Gates of Hell. Consultado el 16/09/2016
WIKIPEDIA
S/f                   La puerta del infierno. Consultado el 16/09/2016 (es.wikipedia.org)

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