lunes, 3 de octubre de 2016

El pintor de la vida moderna, Charles Baudelaire


Noelia A. Valdivia Gasco











Charles Baudelaire
1821 - 1867


Para poder entender este libro es necesario ubicarnos en la fecha de creación y el contexto social en que el escritor vivió.

La primera mitad del siglo XIX, Francia sufre un cambio radical entre la llegada de la Ilustración[1], Revolución Industrial[2], la aparición de la fotografía[3], la luz , entre otros aspectos que cambiaron el estilo de vida y el modo de ver las cosas.

Charles Baudelaire nace el 9 de abril de 1821, hijo de Joseph François Baudelaire y Caroline Dufays; al cumplir los 5 años, su padre lamentablemente fallece y su madre decide casarse por conveniencia con Jackes Aupick. Esto provoca un cambio de actitud frente a la vida para Charles además nunca llega a aceptar a su padrastro. Criado en manos de su sirvienta Mariatte, a quién recuerda en un poema escrito en su libro Las Flores del mal.
En 1831 se trasladó junto a su familia a Lyon y en 1832 ingresó en el Colegio Real, donde estudió hasta 1836, año en que regresaron a París. Continuó sus estudios en el Liceo Louis-le-Grand y fue expulsado por indisciplina en 1839. A lo largo de su educación quisieron imponerle límites y criarlo de una manera burocrática, mas no tuvieron éxito, más adelante entraría a la Facultad de Derecho de la Universidad de París donde empezaría su vida bohemia en bares y prostíbulos.
En 1857 publica el poemario Las Flores del mal, provocó escándalo entre algunos críticos. 
Ya que en contrapostura al duro realismo surgirían, Baudelaire encuentra su modo de expresión, ya que introduce la percepción simbólica de los colores, olores y sonidos, al igual que elimina el “yo” del poema.
Su obra abre camino a la poesía moderna.
En 1886 Jean Moréas definió este nuevo estilo como “ enemigo de la enseñanza, la declamación, y la falsa sensibilidad y la descripción objetiva”.
La estética simbólica fue desarrollada por Stephanie Mallarme y Paul Verlaine (1870).
La obra El pintor de la vida moderna fue escrita entre 1859 – 1860, recién es públicada en 1863.

El pintor de la vida moderna está constituido por 13 capítulos, donde Baudelaire mostrará su modo de pensar y ver la sociedad al igual que su propia concepción del término moderno.
Está escrito a modo de cortos ensayos, y se puede decir que son crítica o elogío hacia un dibujante y pintor de la época, al que mencionará en repetidas ocasiones bajo el nombre de Sr. G.

Síntesis e interpretación de los capítulos:

I.              Lo bello, la moda y la felicidad

El pasado es interesante no solo por la belleza que han sabido extraerle los artistas para quienes era el presente, sino también como pasado, por su valor histórico. Encontramos la cualidad esencial del presente.
Desde inicios de la revolución hasta el Consulado observamos el encanto doble de la naturaleza, la parte artística e histórica en sus vestimentas.

A la izquierda durante la época Imperio, a la derecha época del Directorio

Lo que importa para Baudelaire es que en casi todos se ve reflejado la moral y la estética de la época.


Madame Récamier, 1800
Jacques-Louis David
Óleo sobre lienzo. 175 cm × 224 cm

II.              El croquis de costumbres
Consiste en la representación de la vida burguesa y los espectáculos de moda.

Caricatura de Gillray sobre el traje ,
propuesto por Jacques Luouis David

Entonces podemos decir que cuanta más belleza ponga el artista más preciosa podrá ser una obra, pero hay en cotidiano un mar de situaciones que invade al artista.
Gargantúa (Rey Luis Felipe de francias), 1831
Hroné Daumier
Litografía 

El pintor es del instante y la circunstancia al igual de todo lo que sugiere de eterno.
En estos gravados de Daumier y Gavarni lo cuales son realizados a mediados del siglo XIX, vemos un estilo caricaturista, real a su momento, pero con un grado de imaginación y gracia.


III.            El artista, hombre de mundo, hombre de la multitud y niño 

Ernest Adolphe Hyacinthe Constantin
Constantine Guys
(1802 – 1892)

Este capítulo está dirigido a describir y dar a entender la peculiaridad del hombre al que llamaremos Sr. G.
Haremos un paréntesis para hablar de él, su nombre real es Ernest-Adolphe-Hyacinthe-Constantin (1802 – 1892) fue un pintor y dibujante francés. Su alias es Constantin Guys.
En los ensayos los encontraremos como Sr. G.; decidió ser conocido y llamado de esta manera ya que evita sentirlo como un ultraje a su pudor.
En el transcurso sentiremos que es un personaje ficticio, más nos enfocaremos en sus dibujos y sus acuarelas, observaremos en sus obras pura hipótesis poética, conjetura y como da rienda suelta a su imaginación.
El preferirá que lo conozcamos más como un hombre de mundo, y no como un artista,
“Hombre de mundo (…) es decir hombre de mundo entero, hombre que comprende el mundo y las razones misteriosas y legítimas de todas sus costumbre.”
Hay un aspecto que debemos considerar esencial en el Sr. G. y esta es la curiosidad, ya que este es la clave y el punto de partida para su genio.
Existe un cuento breve escrito por Edgar Allan Poe titulado El hombre de la multitud.

Interpretación personal del cuento:
Un convaleciente observa a las personas que pasan por la calle desde su ventana con tal agudeza que puede ver en los rostros la historia que esconde cada uno, entre ellos ve pasar a un viejo, historia que carga que el joven no puede resistir por lo que decide seguirlo hasta saber su identidad. Lo persigue por muchos escenarios y lugares hasta que se da cuenta y comprende “aquel hombre es el genio del profundo crimen. Se niega a estar sólo, es el hombre de la multitud, vano es seguirlo, pues nada aprenderé  de él ni de sus actos.”

Carruajes y paseantes en la avenida de los Campos
Constantin Guys
Acuarela

Es necesario detallar que el cuento contiene una descripción que te hará caminar entre la multitud y cruzar varios escenarios, nos veremos a través de los ojos de aquel que persigue a aquel viejo, con aquel deseo y pasión.
Es por ello que nos pedirá Baudelaire conservar esta sensación de convalecencia y gran curiosidad como parte clave del Sr. G.
Entonces ejemplifica esta sensación a través de un niño que todo lo ve como nuevo, está siempre embriagado.

IV.              Modernidad

Lo que encontraremos entre ese mar de pasión e imaginación activa será algo a lo que llamaremos Modernidad.
“Se trata, para él, de separar de la moda lo que puede contener de poético en lo histórico, de extraer lo eterno de lo transitorio.” (pág. 149) Siendo así la modernidad lo fugitivo, lo contingente.
De esta manera es que podemos decir que ha habido una modernidad para cada pintor antiguo.
“Cada época tiene su porte, su mirada y su sonrisa”. (pág. 150)

Si un artista no ve aquello, y se sumerge en otros artistas como ejemplo a seguir y se empapa de su cultura, su color, su vestimenta entra otras características es posible
que haga un obra falsa, ya que pierde la memoria del presente.

Los embajadores de Agamenón en la tienda de Aquiles, 1801
Auguste Dominique Ingres
Óleo sobre lienzo 110 x 155 cm

El señor G. Dirigido por la naturaleza, tiranizado por la circunstancia ha conseguido una vía totalmente diferente. Ha empezado por contemplar la vida y solo más tarde ha ingeniado los medios para expresar la vida.

V.            El arte mnemónico

Cuando un verdadero artista llega a la ejecución definitiva de su obra, el modela le supondrá más una traba que una ayuda.
Camille Corot acusado de pintar sintética y esquemática, primero se dedica a trazar la líneas principales de su paisaje y su armazón y fisonomía.

Mulher Argelina, 1871-1873
Jean Baptiste Camille Corot

Así el señor G. experimenta la Nemotecnia, dibujando de memoria y no de modelo. La facultad de la memoria que ha adquirido el hábito de no olvidar nada, adquiriendo el hábito de absorber vivamente el color general y la silueta.
En resumen nuestro singular artista expresa el gesto y la actitud dolemne o grotesca de los seres y su exposición luminosa en el espacio.

VI.           Los anales de la guerra
VII.          Pompas y solemnidades
VIII.            El militar

He decido juntar estos tres capítulos, ya que los tres contienen similitudes en el objetivo al que se desea llegar.
El sr. G. ha visto entre tantas guerras el dolor, y es algo que retrata en sus dibujos, escenas conmovedoras, sugestivas y agitadas de ensueños.
El sr. G también retratará y extraerá la belleza exterior de las leyes morales a las que esta sometida.

Las tropas rusas en la batalla de Inkerman
Constantin Guys
Las guerras reflejarán el instante, con un sentimiento similar lo sublime[4] definido por E. Burke como el “más allá del umbral”, demostrando que esto no se da en un mejor escenario que la guerra, la ciudad.
De esta manera también añadiendo una nueva excedencia estética en la co presencia de lo magnífico y de lo terrible.

IX.          El dandi

Para aquel momento, la burocracia en Francia esta domina por aquel personaje al que domina como Dandi persona de la alta alcurnia o bien posicionado, parten de un carácter de oposición o rebeldía, deseo de destruir la trivialidad. El dandismo aparece sobre todo en épocas  transitorias en las que la democracia no es todavía poderosa.
El sr. G siempre que bosqueja a uno de sus dandis le proporciona carácter histórico, frívolo.
Dos cabellos y una dama
Constantin Guys
 Tinta sobre papel 24.4 x 18.6 cm

En el aire domina  sus actitud al llevar el traje, retrata su esencia su personalidad y la eleva.
El carácter de belleza del dandi consiste sobre todo en el aire frío que proviene de la inquebrantable resolución de no emocionarse.

X.         La mujer
XI.        Elogio del maquillaje
XII.          Las mujeres y mujerzuelas

De igual manera he juntado estos capítulos por la similitud del tema y el enfoque que tienen.
Las mujeres, son una razón para los poemas y artistas, ven a la mujer como “una luz, una mirada, una invitación a la felicidad.” (pág. 181)

El palco de la ópera, 1865
Constantin Guys

Entiende a lo bello como parte de la naturaleza en el sentido de simpleza, de nada.
“la nada embellece lo que es” (pág. 183) ya que de por si es mágica.
Bajo el concepto manejado por Baudelaire de modernidad, lo trivial es igual de interesante y excitante.



Mujeres de burdel
Constantin Guys
Tinta sobre papel

Las mujerzuelas, hay en todos los seres una idiosincrasia de profesión una característica que puede traducirse físicamente en fealdad, pero también una especie de belleza profesional. Encontramos a las mujeres errantes, de todos los niveles.
Lo que las hace preciosas y las consagra son las innumerables pensamientos que despiertan, generalmente severos y negros, es decir la belleza particular del mal, lo bello en lo horrible.

XIII.            Los carruajes

El Sr. G. sabe representar con un trazo de pluma ligera la certidumbre de la mirada del gesto y de la pose. La luz produce efectos que un artista verdaderamente romántico no puede desdeñar. Para este momento los dibujos de G se proyectan a ser parte de los archivos de un vida civilizada.
“El Sr. G. conserva un mérito profundo muy suyo, ha cumplido voluntariamente la función, ha buscado por todas partes la belleza pasajera fugaz de la vida presente, el carácter del lector nos ha permitido llamar la modernidad. Con frecuencia raro,  violento, excesivo, pero siempre poético,ha sabido concretar en sus dibujos el sabor amargo o embriagador del vino de la vida.” (pág. 199)

Mujeres en un carruaje
Constantin Guys


Para concluir procedo a responder a algunas preguntas que han surgido al leer este libro, inicialmente la importancia del texto en sí.
El pintor de la vida moderna es un texto fundamental de la modernidad del siglo XIX,
en el que concluyen y se entrecruzan diversas problemáticas que conciernen al mundo de la producción intelectual ,es justo la trama laberíntica la que genera una estrecha correlación entre los diversos momentos de la invención , como el arte en su inveterada y conflictiva relación con la realidad trata de eclipsar la angustia.
Es así que se marca la época moderna, y la apertura a una generación de cambios que en la pintura posiblemente nos lleve al impresionismo.
Entonces en este punto nos preguntamos el porqué de su elección en el artista al que hace homenaje este libro, ya que de igual manera se conoce la cercanía que Bauledaire tenía con Manet[5], al parecer en el proceso de escribir el libro Manet está en una transición de estilos.
 La musique aux Tuileries, 1862
Édouart Manet
Óleo sobre lienzo 76 x 116 cm

La música en las Tullerías se considera generalmente como el primer ejemplo de obras impresionistas en la historia del arte.







[1] Se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. Fue denominada así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón
[2] Iniciándose a mediados del siglo XVIII en el Reino Unido y culminando entre 1820 y 1840.
[3] La historia de la fotografía empieza oficialmente en el año 1839, con la divulgación mundial del primer procedimiento fotográfico: el daguerrotipo. 
[4] “todo lo que es á propósito de cualquier modo para excitar las ideas de pena o de peligro, es decir, todo lo que de algún modo es terrible.” E. Burke (Dehesa, 1985)
[5] Édouard Manet pintor francés, reconocido por la influencia que ejerció sobre los iniciadores del impresionismo.



Bibliografía

Biografias y vidas. (2004 - 2016). Recuperado el Agosto de 2016, de http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/baudelaire.htm
Baudelaire, C. (1868). Ló cómico y la caricatura y el pintor de la vida moderna. París: Lart romantique.
Baudelaire, C. (1976). El pintor de la vida moderna. España: Artes gráficas Soler, S.A.
Dehesa, J. d. (1985). Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y lo bello. Murcia.
Pizza, A. (Octubre 1994). España.
Poe, E. A. (s.f.). El hombre de la multitud. La Bruyere.

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