sábado, 2 de diciembre de 2017

Análisis de "La Familia Bellelli" de Edgar Degas

Hanna Ballon Carneiro
Arte Europeo: Siglos XIX y XX (2017-II)


Edgar Degas
 "
La Familia Bellelli"
Fuente: Musée d'Orsay



Introducción

La Familia Bellelli, también conocida como Retrato Familiar, es una pintura en óleo sobre lienzo de 200 cm × 253 cm pintada por el artista francés Edgar Degas entre los años 1858 y 1867. El origen de esta pintura se da durante su estadía de 9 meses en Florencia donde se hospedó con su tía Laura, hermana de su padre, sus dos primas y su tío Gennaro: los cuatro personajes retratados en la obra[1].

Aparte de su fama como uno de los fundadores del movimiento impresionista y por sus pinturas de bailarinas, Degas también es reconocido por sus retratos con gran tensión psicológica, como es el caso de La Familia Bellelli[2]. La Familia Bellelli no sólo muestra un simple retrato de una familia de la burguesía italiana, sino también muestra una mirada interna e íntima de esta al enseñar  la complicada relación entre sus miembros expresada a través de símbolos como son los colores, las líneas, las poses, posiciones y hasta las expresiones faciales de los personajes protagonistas.

Debido a su tamaño, se cree que esta obra fue realizada para ser exhibida, ya que es poco probable que Degas haya producido una obra de tal magnitud con propósito de que se quede en una colección privada [3] . Se piensa que eventualmente fue exhibida en el Salón de 1874[4]. Hoy en día, La Familia Bellelli reside en el Museo de Orsay en Paris, Francia.

 

Análisis Formal

Personajes:

La Familia Bellelli esta compuesta por cuatro personajes, casi de tamaño natural; tres son mujeres - una adulta y dos niñas - y hay un hombre. La mujer adulta y una de las niñas se encuentran paradas, la primera de ellas abraza a la niña sobre su hombro. La mujer adulta tiene una mirada perdida hacia la derecha, mientras que la niña parada mira hacia el espectador o tal vez hacia el artista pintándola. La segunda niña está sentada y se ubica en el centro de la obra, tiene sus puños en la cintura, se encuentra en una posición inquieta y sigue la mirada de la mujer adulta, hacia la derecha. El hombre también está sentado, pero en el lado derecho del lienzo, es el único personaje que le da la espalda al publico, pareciera que está mirando los papeles que se encuentran sobre el escritorio o también podría estar intentando lograr un contacto visual con la niña sentada. El hombre es también el único personaje que se encuentra en la mitad derecha de la pintura.

La Escena:

La escena se lleva acabo en lo que parece ser el interior de una casa, y por los muebles y otros objetos que se ven en la pintura (escritorio, sofá, chimenea, reloj y papeles) podría pensarse que se trata de la sala u oficina de alguna vivienda. Debido a la elaborada alfombra, el papel decorativo de las paredes, el reloj grande, el sofá, el escritorio, el espejo y otras decoraciones podríamos asumir que se trata de una vivienda de clase media y que los habitantes de esta viven una vida económicamente acomodada.

La escena en general se trata de un retrato grupal. Y si asumimos que verdaderamente se trata de una casa, podríamos decir incluso que es un retrato familiar.

Colores:

Los colores que predominan en esta obra son los negros, amarillos, azules y marrones. Esta combinación de colores crea un balance entre calidez y frialdad. Degas utiliza el negro para crear una conexión entre los cuatro personajes que representa; lo logra a través de los vestido negros  de las tres mujeres y el sofá negro donde se sienta el hombre. No obstante, también utiliza el negro para separar al personaje masculino del trio de mujeres, al utilizar el negro en el sofá en vez de en la ropa del señor retratado. Se podría decir que utiliza los colores como una herramienta psicológica.

La utilización del azul claro como fondo cumple el rol de contrastar este fondo con los vestido de las tres mujeres; de esta manera resaltan más que la figura del hombre, incrementando así la unión entre ellas. Degas logra dejar al personaje masculino completamente aislado gracias a la manera en la que decide utilizar sus colores, el hombre se encuentra fuera del ritmo y de la armonía de la obra de la misma manera en la que ha sido aislado geométrica y espacialmente.

Líneas:

Degas utiliza eficazmente las líneas en el diseño de su pintura para acentuar aun más el aislamiento del personaje masculino y para aumentar la tensión que se encuentra entre el personaje principal, la mujer adulta y él.

Primero, crea un triángulo entre las tres mujeres, siendo la adulta la punta de este, la figura más grande de la obra y la que contiene mayor contraste con el fondo; a través de estas características, se podría concluir que ella es el personaje principal y no la niña que se encuentra en el centro, como lo hubiera sido tradicionalmente. Degas también utiliza líneas verticales en sus tres personajes femeninos, mientras que usa una curva para retratar al masculino, continuando su diferenciación entre ellos.

A pesar de la clara intención de separar a los tres personajes femeninos del hombre, las líneas horizontales que se encuentran en el escritorio detrás de la niña sentada y en la chimenea detrás del hombre, crean una conexión entre ellos. Además, la presencia de líneas diagonales, como las que se encuentran en el brazo derecho de la niña del centro y el posa brazo del sofá acercan el contacto entre ellos dos. También la línea horizontal de la mesa, donde apoya la mujer adulta apoya su mano y ante la cual se encuentra sentado el hombre, crea un enlace, aunque lejano, entre estos dos personajes.

Otras líneas verticales importantes son las que forman la pata, la mesa, el lado izquierdo de la chimenea y el borde izquierdo del espejo. Estas tres líneas, casi una encima de la otra, crean una especie de barrera entre las tres mujeres y el hombre.

 

Iconográfico

Continuaremos con el análisis iconográfico de Erwin Panofsky para descubrir el significado de la obra a través de la comparación de La Famillia Bellelli con un banco de imágenes similares a ella, anteriores y casi contemporáneas a Degas.

Se sabe que Degas tuvo una gran relación con el arte del pasado y que le parecía de suma importancia copiar las obras de los grandes maestros para poder desarrollarse como artista. Se cuenta que un joven artista francés, seguidor de Degas, le preguntó: “Monsieur Degas, usted que le recomendaría a un joven pintor hoy?” Degas le contestó: “Pues que vaya y copie a los grandes maestros y que vuelvalos a copiar otra vez”. Una evidencia de que Degas verdaderamente estudiaba obras de grandes maestros puede ser el episodio de cuando conoció a Edouard Manet en 1864, mientras ambos copiaban el mismo cuadro de Velázquez en el Museo del Louvre.​ Otra evidencia de su gran admiración por los grandes pintores es su extraordinaria colección de arte que estaba compuesta de 1000 obras, entre ellas obras de Goya, El Greco, Ingres y Delacroix; y finalmente, varias de sus obras, como es el caso de La Familia Bellelli, tienen rasgos de artistas anteriores a él. 


Francisco de Goya
"La Familia de Carlos IV".
Fuente: Museo del Prado

Francisco de Goya, La Familia de Carlos IV, 1800, oleo sobre lienzo. 290 x 336cm

A pesar que Degas sólo logra visitar Madrid en 1889, casi 20 años después de finalizar el retrato grupal de La Familia Bellelli, es probable que adquiriera conocimientos de las obras del artista español Francisco de Goya a través de las siguientes dos fuentes: los grabados en blanco y negro, que permitía al artista darse una idea de cómo era la obra, y la fotografía. El retrato de La Familia de Carlos IV por Goya en 1800 tiene grandes parecidos con la obra de Degas, siendo el más obvio el tema, el retrato de una familia de gran formato (la obra de de Goya mide 290 x 336 cm y la de Degas 200 x 250 cm).

Ambas pinturas en oleo sobre lienzo representan a familias, La Familia Bellelli, compuesta por 4 personas y la de el rey Carlos IV compuesta por 14 miembros, los cuales no están relacionados tan directamente entre ellos como lo están en la familia Bellelli. Es decir, mientras que en el retrato de Degas solo se encuentran los padres y los hijos Bellelli, en el retrato de Goya se encuentran los hermanos del rey y hasta una futura esposa del hijo del rey, todavía desconocida en ese tiempo.

Al comparar las poses de los personajes uno puede concluir que la pintura de Goya muestra poses más preparadas y menos naturales y espontaneas que las de los personajes de Degas. La familia real se encuentra parada con el cuerpo en dirección a la imagen central y a la protagonista de la obra, la reina María Luisa, haciendo que destaque aún mas en la obra. Por otro lado los personajes de la obra de Degas se encuentran en poses un poco más naturales, o por lo menos, más posibles en la vida cotidiana, como lo demuestra el tío, Gennaro, sentado en una silla viendo papeles en su escritorio, la prima menor sentada en una silla con una pierna doblada, y la tía Laura de pie, apoyada en el escritorio y abrazando a su hija sobre su hombro. A pesar de estas diferencias, ambos retratos grupales muestran el cuerpo entero de los personajes y ambos utilizan diversas poses de los personajes para transmitir las relaciones entre ellos y crear cierto tipo de psicología en la obra.

Ejemplo de la psicología transmitida a través de las poses en la obra de Degas es, primero, la cercanía entre las tres mujeres, sobretodo entre la tía y la hija mayor; la “falta” de proximidad entre la tía y su hija menor se compensa a través de la similitud de la dirección de sus caras y por supuesto el triangulo que se forma entre las tres mujeres. Mientras tanto, la pose del tío transmite una sensación de lejanía e indiferencia respecto a ellas, no sólo porque no logra hacer contacto visual con ningún de las tres, sino también porque su pose no se asemeja al de ningún otro personaje al estar dando la espalda y al prácticamente sólo mostrar la mitad de su cuerpo. 

Otro parecido entre las dos obras es el simbolismo; en Goya lo vemos por ejemplo en las dos pinturas que se encuentran pintadas detrás de la familia; a la derecha, en la oscuridad se presenta la presencia de Hércules inmortal y a la izquierda, iluminado, un paisaje tormentoso, símbolo de la naturaleza como el origen y destino de toda la existencia (Gudrun). Estas pinturas simbolizan el cambio de los tiempos de la visión de la familia real como seres terrenales ya no divinos.

En el caso de Degas el simbolismo se ve en la vestimenta negra de Laura, que podría ser una referencia a estar de luto, como se verá luego. Laura sufría mucho por estar separada de su familia Napolitana y llevaba una pésima relación con su esposo, reflejo de este sufrimiento y tristeza puede ser el color de su vestido. Otro detalle simbólico es el retrato del abuelo Degas que se encuentra posicionado a la altura de la cabeza de Laura y a pocos centímetros de ella; se cree que al encontrarse tan próximo a ella Degas intentaba afirmar su relación con Laura y su propia presencia e identidad con ella (Reff, 1968). Muchos de los muebles también tienen un carácter simbólico en la obra, primero como indicadores que la familia pertenece a una clase media a través de la decoración de los candelabros, espejos, reloj, papel y alfombra. Segundo, los muebles también son utilizados como barreras y herramientas creadoras de tensión entre los diferentes miembros de la familia como por ejemplo la pata derecha de la mesa y el borde izquierdo de la chimenea que crean una línea separadora entre las tres mujeres y Gennaro. Además, se piensa que el contraste del contorno tan marcado de la figura de Laura y la falta de claridad y contraste de su esposo es un reflejo de su distancia emocional (Reff, 1968).

Otra similitud son las expresiones en las caras de los personajes de ambas obras y sus aspectos caricaturescos. Ni la obra de Goya ni la de Degas optan por alcanzar un alto grado de mimesis respecto a los personajes que ilustran sino que los muestran con rasgos caricaturescos, en el caso de Degas hasta un poco planos. Sin embargo, ambos artistas se enfocaron en capturar el espíritu de cada uno de sus personajes a través de sus expresiones. Por ejemplo la cara tan triste y casi sin vida de Laura Bellelli transmite la etapa depresiva y difícil que vivía, mientras que la mirada de la reina María Luisa transmite seguridad y dominio. Asimismo, ni los personajes de Goya ni los de Degas parecen haber sido idealizados, ambos han intentado representar a sus personajes lo más próximos a la realidad posible, un aspecto muy evidente en la obra de Goya donde muchos de los personajes retratados no son muy atractivos.

Otra gran diferencia entre estas obras es que la de Goya es un retrato oficial de la familia real el cual fue parte de una serie de retratos reales creados por Goya. Mientras que el retrato de Degas es un retrato domestico de su familia cercana (su tía Laura es la hermana de su padre). El retrato de Degas profundiza mucho más en la situación emocional de la familia, La Familia Bellelli no es un simple retrato grupal, sino, como Degas precisó, una “imagen” en donde mostraba “su gusto por el drama doméstico, una tendencia para descubrir amarguras escondidas en la relación entre individuos… a pesar que parezcan ser presentados simplemente como figuras de un retrato”(Boggs, 1998, 81), como afirmó el crítico de arte Paul Jamot. 

 

Diego Velásquez
"Las Meninas o La Familia de Felipe IV"
Fuente: Museo del Prado

Diego Velázquez, Las Meninas o La Familia de Felipe IV, 1656, óleo sobre lienzo, 318 x 276 cm.

En 1850 Diego Velázquez se había convertido en Francia en uno de los pintores que había que estudiar. Era uno de los grandes pintores de la época por lo que se debía de conocer sus obras si uno, como pintor, deseaba prosperar. Los hermanos Goncourt, pintores contemporáneos a Degas, dejaron evidencia de que Degas fue uno de los discípulos de Velázquez al encontrarse en los apuntes de sus diarios de 1874 notas que decían que Degas les había hablado de su interés por la obra de Velázquez; afirmaban que a él le gustaba el suave color de tierra, típico de las obras de Velázquez.

Al igual que con la pintura de Goya, la gran similitud entre las obra de Velázquez y de Degas se debe a que ambas son un retrato grupal de una familia y, de la misma forma que en la comparación previa, se diferencian en que la pintura de Velázquez presenta a la familia real española junto con trabajadores del palacio, mientras que la de Degas muestra a su familia cercana. Sin embargo, a diferencia de la pintura de Goya, Las Meninas presenta una escena mas informal y hasta un poco cotidiana que se asemeja más a la obra de Degas. La escena de la obra de Velázquez se lleva acabo en el despacho del rey, un lugar casi inaccesible (Prado) creando una intimidad mayor en la obra. Esto se asemeja a la escena de la obra de Degas donde los personajes se encuentran en lo que parece ser su sala o la oficina de su hogar. 

Si comparamos a los personajes, en La Familia Bellelli sólo son representados los miembros de la familia: la tía, el tío y las dos primas de Degas quienes se encuentran en planos no muy alejados de cada uno creando una sensación de mayor proximidad física entre ellos, a excepción del tío que a través de objetos y colores es aislado de las tres mujeres, y también crea una sensación de planiformidad de la obra, tal vez inspirado en los grabados japoneses que le fascinaban a Degas. A diferencia de la planiformidad mencionada en la obra de Degas, Velázquez utiliza una perspectiva veraz en la obra creando una sensación de gran realidad en ella.  La claroscuridad que Velázquez añade esta sensación de realismo en su obra.

El uso de la luz en la obra de Degas no llega a tener el predominio que la de Velázquez; sin embargo, ambas coinciden en que no se sabe claramente de donde proviene. En el caso de Degas se podría asumir que proviene de lo que parece ser una ventana reflejada en el espejo o de la puerta abierta; no obstante las sombras no siempre concuerdan con estas fuentes de luz. El propósito de la luz y la sombra en la obra de Degas es para separar aún más al tío Gennaro de las tres mujeres al él encontrarse en la sección de la sombra del cuadro mientras que las tres mujeres son iluminadas sutilmente. Esto se asemeja a la obra de Velázquez en que la luz también cumple una función, como vimos previamente, de incrementar la importancia/presencia de la infanta en la obra.

Otra semejanza entre ambas obras es el gran uso de marrones y negros que se encuentran en ambas, el negro predomina en la vestimenta de los personajes de Degas y en el sillón, mientras que en la obra de Velázquez se aprecia en casi todo el fondo, en el perro y en el lienzo sobre el cual pinta Velázquez. No obstante, la obra de Degas tiene mucho más color y resaltaría más en esta categoría si se encontraron al lado de Las Meninas. Se ve que no se enfoca en crear una escena con los colores precisos que podrían hacer de la obra más realista. La implementación de colores de Degas es mucho más moderna y más relacionada con la de los impresionistas.

Finalmente una gran diferencia entre estas dos obras es su mensaje/intención. La de Velázquez es uno político y el de Degas tiene como objetivo la tensión psicológica.

 

Jean-Auguste-Dominique Ingres
"Retrato de la Familia de Lucien Bonaparte"
Fuente: Fogg Art Museum - Harvard


Jean-Auguste-Dominique Ingres, Retrato de la Familia de Lucien Bonaparte, 1815, dibujo, 41.2 x 53.2 cm.

No es seguro que Degas haya visto este retrato de Ingres en algún punto de su vida artística , pero se sabe que Ingres influenció mucho en la obra de Degas, no sólo porque Degas estudió con el artista Louis Lamothe en 1855, quien había sido un discípulo de Ingres, sino también porque era un gran admirador del artista, reflejo de ello son las múltiples adquisiciones que Degas hizo de obras de Ingres: 20 pinturas y 88 dibujos. También se sabe que Degas tuvo la oportunidad de conocer a Ingres alrededor de 1850, unos años antes de haber creado La Familia Bellelli, cuando el artista le aconsejó al joven Degas que debía de “dibujar líneas, joven, muchas líneas, de la memoria o de la naturaleza; es en este modo que te convertirás en un buen artista” (Hsu, 1994, 3). El consejo de Ingres de utilizar varias líneas se puede ver presente en los personajes de La Familia Bellelli, y en diversos objetos como la chimenea, la pata de la mesa y hasta en el sillón.

Se encuentran similitudes obvias entre el dibujo grupal de Ingres y el de Degas como es la posición de los personajes de ambos retratos que parecen cumplir con la convención de un retrato grupal gracias a la geometría racionalizada, es decir, la intersección de triángulos contra un fondo rectilíneo (Boggs, 1955, 132). Pareciera que Degas se inspiró en los retratos formales de Ingres, sin embargo Degas no se basa del todo en Ingres al retratar a La Familia Bellelli.

Por ejemplo, a Ingres le hubiera parecido poco convencional posicionar al tío Gennaro dando la espalda al publico y en un ángulo que destruye el orden del resto del cuadro (Boggs, 1955, 132). Además, la falta de armonía entre los cuatro personajes destruye la ilusión idílica del siglo XIX (Boggs, 1955, 132) los gestos de la familia de Lucien Bonaparte y de la familia Bellelli son completamente diferentes; la familia de Bonaparte se encuentra muy alegre e interactuando entre ellos, es una familia feliz y unida, es una familia ideal. Degas, en cambio, intenta presentar la cruda realidad de una familia y las tensiones que se encuentran muchas veces en ella pero que comúnmente se escondían en los retratos. La falta de armonía entre los cuatro personajes de Degas se da debido a que cada miembro de la familia Bellelli ha asumido una posición individual (Boggs, 1955,132.) que luego Degas unió en este retrato grupal.

Además de esta diferencia, la composición de la obra de Degas es descentralizada, es decir, el personaje principal, en este caso la tía de Degas, no se encuentra ubicada en el centro de la obra como comúnmente lo hacía, no solo Ingres, sino también Goya y Velázquez.

La selección de Degas de ciertas convenciones de pintura y otras no es un reflejo de su deseo de querer modernizar la pintura francesa; sin embargo, su gran admiración hacia grandes pintores como Ingres, Goya y Velázquez no le permitieron que se alejara completamente de ellas.

 

Análisis Iconológico e Historiográfico

A través de fuentes primarias de Degas, como son cartas que el artista escribió durante su estadía en Florencia, donde creó la pintura de La Familia Bellelli, y cartas que recibió de su tía Laura unas semanas después de regresar a París, que podemos entender diversos detalles presentes en la obra. También, gracias al conocimiento de diversos detalles de su vida, como fue su relación con su tía y sus primas, y sus comentarios respecto a la obra en sí, que se puede analizar y llegar a conclusiones sobre la obra La Familia Bellelli.

Se conocen dos cartas escritas por Degas que se pueden relacionar directamente con la pintura de La Familia Bellelli. Degas le escribe a su amigo cercano, el pintor Gustave Moreau en 1858 durante su estadía de 9 meses en Florencia y le menciona que: “recuerda la conversación que tuvimos en Florencia sobre las tristezas, que es una parte de ella que se ocupan del arte” (Reff, 1968, 282). ¿Podría tal vez haber una conexión entre este pensar de Degas con el hecho que se haya enfocado en presentar la vida tan triste que vivía su tía?Degas continúa expresando su soledad en Florencia ya que su tía aún no llegaba del funeral de su abuelo de Nápoles y expresa su tristeza al no tener a nadie con quien compartir ese momento.  ¿Podría ser que esta vivencia lo haya hecho más empático a la situación que su tía vivía con su esposo y que comprendiera su situación y su soledad?

 

Personajes

La relación cercana de Degas con su tía no se releva hasta la segunda carta que Degas le manda a Moreau unos meses después de la primera donde le cuenta sobre la obra que está haciendo, La Familia Bellelli, y dice que dicha obra es inspirada en su relación de profundo cariño hacia su tía y sus primas; y menciona que la versión original sólo representaba a las tres mujeres, su tío fue añadido bastante tarde (Reff, 1968, 282). Otra evidencia de su cercana relación con su tía se ve cuando explica que estaba desesperado por verla, la desesperación fue tal que fue a recoger a su tía con su tío del puerto de Livournes donde tuvo que esperar casi 13 días a que llegara el barco de la tía debido  a un retraso causado por un problema inmigratorio (Reff, 1968, 283).

Respecto a sus primas, también protagonizadas en su cuadro, cuenta a Moreau que “son para comérselas”. Dice que la mayor es verdaderamente una pequeña belleza, lo cual se ve reflejado en su pintura; la belleza de la hermana mayor destaca por su piel suave y porcelanada que brilla mas que las otras dos mujeres. Degas cuenta que la pequeña tiene el espíritu de un demonio pero la bondad de un ángel (Reff, 1968, 283) que se refleja en su pose mas inquieta y en una mirada mas alerta. Uno se puede dar cuenta, a través de estas descripciones, de la admiración y el cariño que sentía Degas hacia sus primas. Continúa explicando que decidió vestirlas de la manera en que aparecen en la pintura, con vestidos negros y mandiles blancos porque les quedaba bellísimo.

La presencia del retrato del abuelo fallecido de Degas, quien es mencionado en la primera carta, al ser su funeral la razón de la ausencia de su tía Laura, podría deberse a una conmemoración de su muerte que había ocurrido tan recientemente y a una manera de añadir mayor tristeza a su tía. Se puede identificar a este personaje ya que es una imitación de un óleo que Degas hizo de su abuelo tiempo antes de crear a La Familia Bellelli y que actualmente se encuentra en el Museo de Orsay (Boggs, 1998, 82).

 

Líneas y Color

Algo que aún no había definido cuando mandó esta carta a Moreau era el fondo de la obra; Degas menciona que el fondo “trota dentro de su cabeza”, refiriéndose a que todavía no ha definido uno. Explica que quiere un fondo con cierta gracia natural y con una nobleza que no sabe como calificar (Reff, 1968, 283). El fondo, que finalmente decide pintar de colores azules cálidos, hasta un poco verdoso, refleja los apuntes que hizo en el diario que mantuvo durante su estadía en Florencia donde cuenta como le impresionó los colores vívidos de la naturaleza y cómo le movió todo lo que vio, desde los colores cambiantes del océano hasta la atmosfera sublime de los monasterios (Reff, 1968, 281). Estos colores vívidos son los que se ven presentes en el fondo de la obra y también en la colorida alfombra donde predominan manchas de amarillo mezcladas con marrón.

La ambición de Degas, como la de muchos otras artistas contemporáneos a él, era de reconciliar las tendencias opuestas del color y las líneas. A pesar de que Degas prefería enfocarse en el estilo linear, algo que se evidencia cuando este le recomienda a Moreau en una de sus cartas que "ya era tiempo de venir a dibujar en Florencia” refiriéndose al arte florentino que se enfocaban en el estilo linear. Así, Degas logra la reconciliación del color y el estilo linear en La Familia Bellelli (Reff, 1968, 283).

Respecto a su gusto por el estilo linear, no sólo se evidencia en las líneas presentes en sus obras como son los triángulos formados por los personajes y las líneas divisoras entre el trio de mujeres y Gennaro, sino también se conoce gracias a cierto consejos que se sabe le dio un artista al que él admiraba muchísimo, Ingres. Degas, a sus veintitantos años, tuvo la oportunidad de conocer al pintor, que como se mencionó anteriormente, le aconsejo lo siguiente: “dibuja líneas, joven, muchas líneas, de la memoria y de la naturaleza; es de esta manera que te convertirás en un buen artista”. Se cree que este consejo se mantuvo muy presente durante toda su vida artística, ya que él continuó repitiendo las palabras que le dijo Ingres hasta cuando fue un hombre mayor (Hsu,1994, 216) y porque se ve el uso de las líneas en muchas de sus obras como es el caso de La Familia Bellelli.

 

Tensión Psicológica

Visualmente, se puede notar la tensión psicológica que se encuentra en La Familia Bellelli, se puede apreciar la amargura de parte de la tía Laura a través de su gesticulación, la indiferencia y desentendimiento del tío respecto a la familia al estar tan alejado del trío de mujeres y al faltarle algún símbolo vinculante a ellas. Sin embargo, es a través de la carta que la tía Laura manda a Degas, luego de su retorno a Paris, que podemos descubrir a qué se debe la situación emocional de su tía y la tensa relación que llevaba con su esposo. En estas cartas ella narra cómo vivía en tristeza debido a su exilio prolongado que la mantuvo alejada de su familia Napolitana y en un “país detestable”, también habla sobre su triste vida con un esposo cuyo carácter era “inmensamente desagradable y deshonesto”. Cuenta a Degas que - “Verdaderamente creo que voy a terminar en un hospital para los locos”- y que iba a estar abandonada durante su inminente muerte por esos más cercanos a ella – “Creo que me vas a ver morir en esta remota esquina del mundo, lejos de todos los que me quieren” – “Vivir con Gennaro, cuya naturaleza detestable conoces y quien no tiene una ocupación seria, va a llevarme a mi tumba pronto”. Laura sufría de paranoia a tal punto que estaba convencida que hasta el mismo cielo estaba en contra de ella – “Estoy en lo correcto en decir que nada sale a mi manera en este mundo, y que hasta mis deseos más inocentes están prohibidos de mi”. Se cree que Laura encontró apoyo y consolación a través del cariño de su sobrino (Boggs, 1998, 82).

La Familia Bellelli demuestra exactamente la relación descrita por Laura entre ella y su esposo, una relación la cual Degas conocía plenamente, como se evidencia en la carta.  Degas usa el simbolismo previamente discutido para reflejar la tensión entre la pareja y en la familia en la pintura de La Familia Bellelli.

 

Bibliografía

Boggs, Jean Sutherland. (1955). Edgar Degas and the Bellellis. The Art Bulletin.

Boggs, Jean Sutherland. (1998). Degas (exposition). Galeries Nationales d'Exposition du Grand Palais. National Gallery of Canada.

Feigenbaum, Gail y Boggs, Jean Sutherland. (1999). Degas and New Orleans : a French Impressionist in AmericaNew Orleans Museum of Art.

Hsu, Mona. (1994). The Art and Act of Looking: Edgar Degas, 1834-1917.

Lipton, Eunice. (1989). Looking into Degas: Uneasy Images of Women and Modern LifeThe Art Bulletin.

Pool, Phoebe. (1963). Degas and Moreau. The Burlington Magazine.

Reff, Theodore. (1968). Some Unpublished Letters of DegasThe Art Bulletin.

Rose, Rebecca. (2009). Unusual Family Portraits. Financial Times.

Talal, Marilyn. (1991). Edgar Degas: Family Portrait (or the Bellini Family) 1858-1860. The New Republic

Wilson, Michael. (1994). “The Impressionists”. Phaidon Press.



[1] Véase Jean Sutherland Boggs. “Degas”, p.127

[2] Véase Michael Wilson. “The Impressionists”, p.181

[3] Véase Jean Sutherland Boggs. “Degas”, p.79

[4] Idem


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