"El dadaísmo fue una reacción pacifista a el desorden de esta
guerra idiota”
Max Ernst
El arte Dadá es un movimiento formado en Zúrich en el año
1916 conformado por jóvenes franceses y alemanes que huyeron del llamado a
estar al frente en la I Guerra Mundial, coinciden en que la guerra había sido urdida por los
diferentes gobiernos por las razones mas autocráticas, sórdidas y materialistas.
Estos jóvenes estaban horrorizados por la violencia de la guerra en sus
patrias.
El movimiento fue fundado por Hugo Ball (1886 – 1927), actor
y autor de teatro alemán. El junto a su novia Emmy Hennings organizaron un café
literario en Zúrich, llamado Cabaret
Voltaire, fue fundado el 5 de febrero de 1916.
Desde el inicio, colaboran con la elaboración de un
programa cambiante tanto de parte de Ball, Hennings además Tristan Tzara, Marcel
Janco, Hans Arp, Madame Lecomte, Max Oppnheimer (Mopp) y Marcel Slodki; se trata
de artistas de varias procedencias (Alemania, Rumania y Francia) y activos en diferentes campos de
creación (escritores, cantantes, pintores).
Al
parecer el nombre del movimiento lo encontraron Ball y Huelsenbeck por
casualidad cuando estaban revisando un diccionario alemán-francés que significa
caballo de madera, es también el primer sonido de los niños.
Sobre
el origen del nombre del movimiento hoy conocido como Dadá, se han escrito
varias historias, pero todas recaen en el sentido de que fue escogida por no
tener carga semántica alguna, convirtiéndola en una palabra ideal para lo que
se quería mostrar.
“Dada no tiene dueño y todo
el mundo puede ser Dada”
Tristan Tzara.
Tristan Tzara.
Tristan Tzara había sido uno
de los primeros en comprender el sugerente poder de la palabra Dada. Desde ese
momento actuó infatigablemente como el profeta de una palabra, la cual solo
después llegaría a ser un concepto.
El dadaísmo, que siempre
había sido fervientemente internacionalista, se difundió pronto por toda Europa
al acabar la guerra.
La
inauguración del Cabaret Voltaire es considerada un punto de partida de Dadá en
Zúrich, que se agotará hacia finales de 1918. Este mismo año tienen lugar los
primeros actos de carácter plenamente dadaísta en Berlín, que se desarrolla
gracias a las actividades de las galerías y de la revista Der Sturn, que antes de la guerra había lanzado a los
expresionistas alemanes, comienza a declinar tras el punto de álgido alcanzado
con la “Primera Feria Internacional Dadaísta de Berlín”, Junio de 1920.
El
inicio de Dadá en Paris está marcado por una llegada, la de Tzara a esta ciudad
en enero de 1920 y su final se puede situar en la disputa que enfrenta a las
dos facciones del grupo dadaísta durante
la “Soireé du Coeur a Barbe” en Julio
de 1923, aunque las actividades dadaístas habían empezado a perder impulso ya a
raíz del fracaso del congreso de Paris, a comienzos de 1922.
En
1919, Hans Arp (1887 -1966) ayudó a Max Ernst (1891 -1976) a lanzar el dadaísmo
en su ciudad natal de Colonia.
El
espíritu dadaísta llegó a Hannover en 1923 bajo los auspicios de Kurt
Schwitters (1887 – 1948), al que se
unieron otros como El Lissitzky, que había huido de la nueva y
reaccionaria política artística de los
soviets, y los holandeses Mondrian y Van Doesburg. El titulo que Schwitters dio
al movimiento en Hannover fue Merz (literalmente,
algo como desecho o basura).
En
Alemania, donde la base psicológica del tipo de actividad es por completo
diferente al de Suiza, Francia e Italia, el dadaísmo asumió un carácter
político muy definido.
El
dadaísmo seria el punto de concentración de las energías abstractas, y un
permanente impulso para los grandes movimientos internacionales.
“Otra
característica de Dada es la continua ruptura con nuestros amigos. Siempre
rompen con nosotros y dimiten. Todo el mundo sabe que Dada no es nada. Rompí
con Dada y conmigo mismo tan pronto como comprendí las implicaciones de nada” (Chipp 1995: 412)
La actitud de los
dadaístas es hasta cierto punto pasiva; uno de los conceptos fundamentales del
dadaísmo es el de la simultaneidad. El sujeto dadaísta debe estar preparado
para recibir todo tipo de estímulos contradictorios procedentes del mundo que
los rodea y aceptar la falibilidad de
la propia percepción.
Esto es algo que vemos en sus obras, el carácter irónico, lúdico
y creativo, en el que vemos su propuesta hacia la realidad de ese momento
(momento que se menciona brevemente en las distintas ciudades, pero que las une
este sentido de sin sentido, y de revolución contra el arte y la guerra).
Fig.1
Hugo Ball con el traje cubista diseñado por Marcel Janco
En el cabaret Voltaire, Zurich,1916
Fotografia 71,5 x 40 cm
Fig. 2
Max Ernst y Hans
arp
(Fatagaga) Imagen
diluvial fisiomitologica,1920
Collage y técnicas
mixtas, 11,2 x 10 cm
Hannover, Sprengel
Museum
Dadá se niega a cualquier tipo de compromiso con el discurso
del poder, dando así a su protesta antibelicista un mayor alcance que los
posicionamientos del pacifismo tradicional. De hecho, los dadaístas se
distancian abiertamente del pacifismo practicado sobre todo en círculos
expresionistas, al no poder identificarse con la ideología humanista y la
creencia en la bondad innata del hombre propaganda. (Rodal:90)
Los comienzos de Dada no fueron comienzos de un arte, sino
de una repugnancia. Repugnancia por la magnificencia de los filósofos qué
pretenden responder el ¿para qué? de todo, repugnancia hacia la pasión y la
maldad realmente patológicas por lo que no vale la pena preocuparse.
Repugnancia hacia una equivocada forma de dominación que acentúa el instinto
humano por el poder; repugnancia hacia todo lo ya catalogado y las categorías;
repugnancia hacia el divorcio del bien del mal, lo hermoso y lo feo. Con esto nos acercamos al gran secreto, Dada
es un estado mental, por eso se transforma a sí mismo según las razas y los
acontecimientos. Dada se dedica a todo y sin embargo no es nada, es el punto de
encuentro del sí y del no y de todos los contrarios, no solemnemente en los
palacios de las filosofías humanas, sino, de modo muy sencillo. Como todo lo
demás en la vida, Dada no sirve de nada, carece de pretensiones, como la vida
debería ser. (Chipp 1995:416)
Fig.3
Hans Arp
Collage, 48,6 x
34,6 m
Nueva York, The
Museum of Moderm Art
Vemos que Dada no pretendía hacer arte, ni llegar a cubrir
algún tipo de categoría, por el mismo hecho que el arte dependía de la
sociedad, sabiendo que la burguesía era quien hacia producir a los artistas y
los poetas. El arte era un comercio creado por el dinero, “los artistas eran
mercenarios en cuanto al espíritu, los poetas banqueros del lenguaje”. (Stangos 1994:117)
A pesar de que Dadá se sitúa en el terreno artístico, la
actitud del movimiento frente a este fenómeno es principalmente negativa: Dadá
declara no tener nada que ver con el arte ni con la cultura. La condición de
necesaria para el advenimiento del nuevo mundo reclamado por Dadá es
precisamente la de separación del arte, sustituido por el espíritu dadaísta.
Esta pretensión de destruir el arte es necesariamente ilusoria, ya que los
dadaístas recurren constantemente a lo artístico, ya sea en forma de
esculturas, poemas fonéticos, collages, etc.
Así es que vemos que los objetos utilizados por el creador dadaísta
provienen de la vida cotidiana, más no pretende cumplir algún tipo de función
documental, el carácter espontáneo e intenso se muestran en su producción.
Fig. 4
Raoul Hausmann
El critico de arte
Collage, 31,4 x
25,1 cm
Londres, Tate
Modern
Fig. 5
Francis Picabia
Ojo cacodilisco,
1921
Oleo y collage sobre
lienzo
Paris, Musée
National dArt Moderne, Centre Pompidou
El objetivo de los dadaístas era crear inseguridad en el
público en el sentido de querer romper con las expectativas y escandalizar
tanto a través de formas poco convencionales como el poema ruidista o los
sketches satíricos como a través de la negativa provocadora de ofrecer ningún
tipo de espectáculo, por ejemplo en el escenario para contemplar las reacciones
airadas del público, convertido en el auténtico protagonista de la velada.
Buscan la provocación, el sin sentido, el placer de improvisar.
Dadá pretendía destruir las decepciones razonables del
hombre y recuperar el orden natural e irrazonable. Dadá quería reemplazar la
tontería ilógica del hombre de hoy en día por lo ilógicamente insensato. (…)
Dadá es insensato como la naturaleza. Dadá está a favor del sentido infinito y el significado
definitivo. (Stangos 1994: 120)
Fig. 6
Hannah Hoch
Da dandy 1919
Fotomontaje, 30 x
23 cm
Propiedad privada
Dada fue un movimiento provocativo, que busco el estado
natural de las cosas, de carácter simultaneo, espontaneo, sin querer ser algo,
ni pretender ser algo más de lo que es, buscó salirse de las categorías, romper
con los clichés de la ética, la cultura, la espiritualidad. E
Man Ray
Perchero 1920
Fotografia de un
collage de objetos, 25 x 16,5 cm
Zurich, Kunsthaus
Zurich
Kurt Schwitters
El cerdo estornuda
hacia el corazón
Lapiz y acuarela
sobre papel, 25,9 x 20,5 cm
Hannover, Spregel
Museum, Kurt y Ernst Schwitters
Bibliografía
Chipp, H. B. (1995). Teorias del arte
contemporáneo. Madrid: Akal S.A.
Paz es fuerza. (2008).
Obtenido de
https://pazesfuerza.wordpress.com/2008/08/01/definiciones-de-pacifismo-antibelicismo-no-violencia-y-no-violencia-activa/
Rodal, C. J. Manifiesto
y Vanguardia. Bilbao: Servicio Editorial de la Universidad del País
Vasco.
Stangos, N. (1994). Conceptos
del arte moderno del fauvismo al posmodernismo. London: Ediciones
Destino.
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