Historiografía
del Arte 2013-1
Análisis comparativo
Análisis comparativo
Ángela Quispe del Pino
Ernest H. Gombrich
“Objetivos y limites de
la Iconología”
(Texto introductorio a Imágenes Simbólicas. Ciudad: Ed. Debate,
1972, pp. ¿?)
Francisco Stastny
The
University as Cloister, Garden and Tree of Knowledge. An iconographic Invention
in the University of Cuzco. Ciudad: Editorial, año.
El texto de
Gombrich a través de ejemplos determina claramente cuales son los parámetros de
la iconografía y de la iconología; propone que se trata de dos lecturas
totalmente diferentes que pueden ser complementarias en algún momento pero no
es necesario vincularlos siempre. Las explicaciones iconográficas e
iconológicas del texto de Gombrich permiten reconstruir el ideario de
representación del Renacimiento que mantiene ciertos paralelos con las
representaciones del periodo del Virreinato del Perú, tema que desarrolla el
artículo de Francisco Stastny citado para este trabajo.
La primera
recomendación sobre la cual se basa todo el texto de Gombrich es observar las
representaciones tratando de explicar el motivo y el significado que el artista
quiso representar originalmente. A partir de eso se puede elaborar un conjunto
variado de posibles explicaciones que van desde la representación social, la
representación descriptiva sobre algo o alguien particular, o simplemente un
ejercicio realista con una buena técnica de desarrollo. Por otro lado también
se tendría que considerar otros aspectos que afectan a la representación como
el contexto que lo enmarca y los usos y costumbres que se desprenden de este:
como la relación entre el artista y el comitente, las relaciones intrínsecas
sobre el estudio a realizar, la función social de la representación como
símbolo de un acontecimiento etc. Demasiados factores que siempre van a
influenciar la tradición del Renacimiento pero siempre con la esperanza en
poder descifrar su significado; según Gombrich van a existir tres niveles de
significado: el representacional o el nivel meramente descriptivo; la
ilustración, nivel mas icónico o mas cercano al canon del momento; y el nivel
simbólico en el que la representación va a significar algo en particular. Pero
no todo en la representación va a ser significativo, también existen elementos
decorativos que surgen sin tradición alguna.
En ese sentido el artista depende de un “otro” quien
va a determinar las características de la representación desde la generalidad
en la interpretación. La intención de la interpretación es buscar formas que
faciliten la identificación de los elementos que constituyen la representación,
es así que el texto va a proveer de distintas posibilidades de explicación. De
esta manera Gombrich recomienda como primera intención establecer una clasificación
por géneros para identificar la particularidad del tema de la representación,
siendo esta la tarea fundamental de la iconografía. Por otro lado la iconología
va a tratar de reconstruir un programa completo aunque esto también implica
otros aspectos mas relacionados con la suerte: si los programas a interpretar
fueran originales se tendría muy pocas posibilidades de éxito en su
interpretación. Para la imagen renacentista siempre se debe tener en cuenta que
el género de los programas estaban basados en convenciones y cánones antes
impuestos y esta información pasa por el conocimiento de estos relatos, a
partir de eso es que el iconólogo puede establecer la unión entre la imagen y
el tema. El iconólogo reconstruye el contexto concreto para determinar cual es
la historia de la imagen (GOMBRICH 1997: 464)
Toda investigación iconológica depende del
conocimiento previo respecto a lo que se está buscando (la idea), esa idea hace
que se escoja lo mas adecuado a la época o ambiente que se está estudiando.
De acuerdo con estos conceptos se puede establecer ciertos puntos de
comparación con el artículo de Francisco Stastny sobre el análisis iconográfico
del cuadro de la Escuela Cusqueña La
Universidad de San Antonio, pintura al óleo del S. XVIII. Durante esta
época la sociedad del Cuzco estaba marcada por la diferencia entre los sectores
de la “republica de indios” compuesto de dos grupos: una minoría de caciques y
el pueblo tributario, y que tenían como antecedente la rebelión de Tupac Amaro. La lectura se
inicia con una contextualización directa dentro del contexto político y social
de la época sin dejar de mencionar las relaciones conflictivas entre criollos y
mestizos que se verían reflejadas en representaciones como la estudiada en el
artículo.
Stastny va a
coincidir con Gombrich en remarcar que cualquier análisis iconográfico requiere
de otro en paralelo que sitúe el ambiente ideológico y social en que la
representación ha sido realizada. Para este caso particular se debe considerar
la paradójica situación entre España y sus colonias y que por subordinación se
implantaron usos y cánones estipulados desde el Concilio de Trento en el uso de
referentes grabados para que fueran reinterpretadas en el nuevo mundo. Aunque
también coincide con la idea de decorum
(lo adecuado) de Gombrich también se trataría de una contradicción entre los
prototipos modernos y el ambiente social arcaico de naturaleza frustrada,
(STASTNY 1983: 95) olvidando que si es el uso y mentalidad de la época esto no
tendría por que ser un producto frustrado necesariamente negando la posibilidad
de que quizás no habría otro ideal de representación diferente; se debe
recordar que el caso particular tratado en el artículo, pintura cusqueña del S.
XVIII, tanto por el tiempo y espacio no existía el acceso necesario a la
información primaria que permita el desarrollo técnico o el desarrollo de un
ideario propio.
Aunque el autor retoma el punto al afirmar que si
existió un proceso simultáneo que significó una renovación formal en la
invención de novedades iconográficas estas ejemplificarían la naturaleza
arcaica de las colonias españolas americanas, la ingenuidad de los programas
iconográficos y el hecho de que la pintura en Cuzco responde a una esencia de
contexto colonizado dejaría la posibilidad de llamarlo arcaico. De esta manera
también afirma que los pintores fueron netamente ejecutores e interpretes a
pesar que tenían en sus manos la tarea de dar una forma visual a las ideas
(STASTNY 1983:96). Por otro lado Stastny también afirma que las innovaciones
iconográficas fueron muy importantes en este dualismo (colonizado -
colonizador) pero no fueron las de mayor calidad artística como sí ocurre en el
caso europeo. Esta afirmación pone en duda el grado de desarrollo técnico: si
había calidad artística dentro de las producciones coloniales porque podría
tratarse de representaciones arcaicas? O si se establece una comparación
cualitativa entre la pintura europea y la de sus colonias, donde quedarían las
recomendaciones con respecto al tema iconológico de la representación que
Gombrich contempla?
La representación
analizada en el artículo de Stastny tiene a Santo Tomás de Aquino y a San
Antonio Abad como personajes principales de tamaño desproporcionado en un
clásico jardín de claustro y que por relaciones y comparaciones arquitectónicas
y alegóricas concluye que se trataría de la Universidad del Cuzco y de un grupo
de académicos de la época, con una estructura anatómica clásica con el uso de
la técnica del estofado propia del SXVIII. Por este análisis descriptivo -
formal sitúa al lienzo entre 1770 y 1776.
También menciona
que otros aspectos situarían al autor como un modesto pintor cuyo trabajo
refleja el idioma popular (STASTNY 1983:97), estos aspectos son asociados por
Gombrich al psicoanálisis manteniendo sus reservas al respecto ya que no se
debería buscar otros niveles de significación para las obras sino las que ya
existe. (GOMBRICH 1997: 478). El objetivo del iconólogo es determinar las
innumerables cadenas de causas que confluyeron en la creación de la obra con su
significado. Para Gombrich lo que debe ser importante son las categorías de
acogida social, así que el historiador debe darse cuenta de la imposibilidad de
llegar a trazar una divisoria exacta entre los elementos que significan y los
que no. El arte siempre esta abierto a niveles de reflexiones y si estas se
encuadran adecuadamente de lo contrario nunca se podrá determinar hasta que
punto formaron parte de la intención original.
Para Gombrich solo el ingenio en la construcción de
las ideas podría descubrir significados diversos, una obra significa lo que su
autor pretende que signifique y es tarea del intérprete hacer todo lo posible
para averiguar esta idea original, por eso es vital que se determine
correctamente el género del cual dependerá todo lo que se atribuya a la
representación.
También
recomienda no tener mucha consideración con aquellos conceptos que se acumulan
o se citan a manera de conjunto listado porque los símbolos son metáforas
ilustradas y estas a su vez son reversibles y en ese sentido pueden resultar
indescifrables. Las representaciones simbólicas, según Gombrich se oponen a la
idea de un lenguaje - signo convencional, a esto lo denomina mística del
simbolismo, el significado no proviene de un convenio previo sino que es algo
que se debe buscar, de esta manera “…el símbolo era un misterio que solo en
parte podía ser desentrañado…”(GOMBRICH 1997: 473).
En cambio, la lectura iconográfica planteada por
Stastny se presenta extremadamente meticulosa y enfática estableciendo
relaciones directas con sus referentes citando a diferentes autores de tratados
de emblemática, diccionarios iconográficos y alegorías como Horapollo y Cesare
Ripa, a lo que Gombrich directamente afirma:
El mas frecuentemente consultado de estos
diccionarios es Iconologia, de Cesare
Ripa, de 1593 que presenta una lista de personificaciones de conceptos por
orden alfabético, y sugiere diversas maneras de facilitar su identificación
dotándolos de atributos simbólicos. Los que se sirven de Ripa como si de un
diccionario se tratase, en lugar de leer la introducción y las explicaciones,
fácilmente llegan a la conclusión de que lo que Ripa ofrece es una especie de
código pictográfico para reconocer imágenes. Pero si le dedicasen al libro un
poco más de tiempo, se darían cuenta de que no fue esa la intención del autor.
(GOMBRICH
1997: 472)
La iconografía
parte del contexto concreto y tiene relación estricta con el decorum o aquello que se consideraba “lo
adecuado” para dicho contexto concreto. “Lo adecuado” es una combinación de
representaciones conocidas por el artista sin olvidar las implicancias del
contexto en el que se insertan, esta documentación justifica el significado que
ha de tener el símbolo. Aunque existieran pruebas del guión del encargo original
sobre que signos y metáforas a pintar; dichas representaciones incorporaron
cosas en calidad de símbolos; se ilustra un suceso y las cosas que figuran en
el suceso hacen eco del significado y lo amplían (GOMBRICH 1997: 475) pero solo
puede funcionar en torno al "significado dominante" o el
propósito principal del cuadro […]
el símbolo funciona como metáfora que solo adquiere su sentido especifico en un
contexto dado (GOMBRICH 1997: 476).
Lo interesante a pesar de la minuciosidad de Stastny
por identificar cada uno de los íconos colocados usando fuentes clásicas, es
que menciona la posibilidad que sí podría existir una forma de representación
de versión local para algunas alegorías (el artículo menciona a la alegoría de
la gramática) basado en principios europeos pero que serian de carácter
innovador de los territorios de la colonia americana (STASTNY 1983: 100)
Pero este
carácter iconográfico riguroso de Stastny da nuevas luces a las
interpretaciones posteriores que se pueden hacer a partir de ese lienzo en
particular porque valoriza la importancia de estudiar el contexto de forma
rigurosa como si se tratara de iconos (en el caso de tratar de identificar a
cada uno de los personajes que se ven dentro del cuadro) a través de las
crónicas, comentarios y artículos del momento; o sea ya no se recure como
fuente principal a la tradición clásica europea sino que utiliza datos y
noticias políticas del momento y sobretodo en relación a la institución
representada (la Universidad del Cuzco). Esto implica que quizás para el caso
de la pintura colonial peruana se podría hacer una lectura iconográfica e
iconológica necesariamente.
En el caso del
análisis del lienzo “El jardín de San Antonio Abad” se crea un paralelo con los
acontecimientos políticos de la ciudad del Cuzco que al mismo tiempo explica de
una forma mas antropológica la idiosincrasia de la época en torno a la posición
que tomaban los criollos y mestizos en temas relacionados con instituciones
como la universidad, las rivalidades universitarias etc. alejándose del tema
religioso para crear un discurso mas social sobre las representaciones
cristianas. Queda como una conjetura el carácter de denuncia social del cuadro
a lo que Gombrich también criticaría, un mismo texto se puede ilustrar de
incontables maneras; por eso nunca es posible reconstruir a partir de una única
obra de arte dada lo que el texto que ilustraba. Lo único que sabemos con
certeza es que no todas sus propiedades pueden figurar en el texto, pero solo
podemos averiguar cuales si y cuales no una vez que hayamos identificado el
texto por otros medios. (GOMBRICH 1997: 460) y esto es el uso de fuentes
primarias buscando cotejar toda interpretación con la documentación respectiva
pero también dejando de lado las conjeturas o apreciaciones personales, ese
rasgo catalogado por Gombrich como parte del psicoanálisis.
Así que el jardín
de San Antonio es una síntesis compleja. Revela la grandeza y la excelencia de
la Universidad de San Antonio Abad sostenida por toda la teología divina
(tomista), intelectual, ideológica (renacimiento Inca) y las fuerzas sociales
(indios y mestizos) que sus autoridades fueron capaces de invocar, con el fin
para mostrar su superioridad - a través de tanto mérito y antigüedad - sobre el
Colegio rival de San Bernardo. Alrededor de ellos gira en el sutil duelo de
voluntades entre un obispo y un rector que sería el futuro obispo desde Cuzco.
El primero fue un criollo panameño de pensamiento liberal y la educación
modernista. El otro era un mestizo de raíces originadas en Paucartambo, un
amigo de los indios y su cultura, que había sido educado en el tomismo y
suavizado por los ideales de una reconciliación entre el mundo Cristiano y la
antigüedad americana. El encuentro de estas dos posiciones ha dado lugar al
argumento iconográfico que aquí se presenta. (STASTNY 1983: 120)
Stastny sí considera como factor determinante al
contexto pero todavía cree con respecto a la pintura que existe un ideal y esta
sería el europeo; una contradicción si afirma que el cuadro es una representación
del contexto político y social de la época. Particularmente
al igual que Gombrich quizás el principal error de las interpretaciones iconológicas es creer que todo
contiene un código a descifrar, la iconología se basa en datos documentados. No
hay imagen con varios sentidos o dobles discursos.
La combinación de una imagen y un lema escogido es
para el ingenio de los demás, el iconologo debe prestar atención a la impressa y a sus aplicaciones pero
también recordar que las representaciones renacentistas estuvieron ligadas a la
mentalidad del decorum, (GOMBRICH 1997: 481) por ese mismo motivo es que Gombrich recomienda
siempre iniciar por determinar el género de la representación.
La iconología
debe partir de un estudio de las instituciones más que del estudio de los
símbolos (GOMBRICH 1997: 483) por lo tanto, existe una exigencia del iconologo
de documentarse desde un inicio con fuentes primarias. En ese sentido ambos
textos guardan puntos en común, pero al mismo tiempo distan mucho en el sentido
de la interpretación iconográfica. El caso particular de la pintura colonial
exige del desarrollo de ambas lecturas sin tratar de formar dobles discursos o
contradicciones y sin perder el sentido de cual fue la idea que el artista tuvo
en mente al momento de realizar dicha representación.
Bibliografía
Gombrich, E. H.
1997 Objetivos
y límites de la Iconología. En: Gombrich esencial: textos escogidos sobre arte y cultura. ed. Richard Woodfield Madrid : Debate.
Stastny, Francisco
1983 The
University as Cloister, Garden and Tree of Knowledge. An Iconographic Invention
in the University of Cuzco. En: Journal of the Warburg and Courtauld
Institutes, Vol. 46, pp. 94-132. The Warburg Institute <URL: http://www.jstor.org/stable/751116 >. Consulta: 20 junio de 2013.
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