martes, 6 de septiembre de 2016

Análisis de obra - Eugène Delacroix

“La fatigue, l'espoir semant des barricades
Voyez sur les balcons marcher des estocades
Car chaque maison est un fort
Chaque meuble une arme guerriere
Chaque porte une meurtriere;
Et chaque toit un arsenal”

Petrus Borel


En el presente trabajo se analiza la obra La Libertad Guiando al Pueblo de Eugène Delacroix por medio del Método Iconológico de Erwin Panofsky. El desarrollo será con los tres niveles de significación de la obra de arte: Significación primaria o natural, Significación secundaria o convencional y Significación intrínseca o contenido.



I.
SIGNIFICACIÓN PRIMARIA O NATURAL
La obra mide 2.60 metro de alto y 3.25 metros de ancho, es de formato bidimensional, de composición horizontal y está realizada en óleo sobre lienzo.
Composición:
La escena presenta cinco planos, se describirán de derecha a izquierda del cuadro.
En el primer plano se encuentran tres cuerpos tendidos en el suelo. El primer cuerpo esta semi-desnudo, tan solo con un camisón blanco y un calcetín, el siguiente cuerpo esta vestido pero carece de un zapato y el tercer personaje se ha representado con la cabeza boca abajo y medio torso con armadura.
 El segundo plano presenta tres personajes: el primero se encuentra reclinado con el torso extendido y en postura horizontal, el rostro elevado y observando al segundo personaje. Es una mujer, se encuentra erguida en posición de caminar, de talla grande con el torso grueso, el rostro esta girado a su derecha. Deja a la vista sus pechos turgentes, de la cintura hacia abajo están cubiertos por un vestido blanco-ocre y descalza. Tiene el brazo derecho extendido y sosteniendo una bandera y el brazo izquierdo a la altura de su cadera sostiene un arma, lleva un gorro apuntado y cónico, con la parte superior inclinada hacia delante.  El tercer personaje es un niño, con similar postura que la mujer, tiene el brazo derecho alzado, en cada mano sostiene un arma.
El tercer plano conformado por tres figuras verticales: el primero es un niño que lleva un gorro y sostiene una espada; el segundo tiene una vestimenta blanca y sostiene en la mano derecha una espada. El tercer personaje esta vestido con traje y un sombrero de copa alta.
En el cuarto plano observamos un grupo de personas en medio de una humareda. El quinto plano es el fondo, conformado por el cielo y un conjunto de edificios.
Todos estos elementos se unen en un área triangular por medio de sus movimientos y la expresión de los rostros, las miradas y la posición de los cuerpos. En los ángulos del triángulo concuerdan los personajes destacados en color y línea. (f. 1)




                                                                            Figura 1

Elementos formales
Punto y línea: se determina dos puntos focales los pechos de la mujer y el torso del personaje semidesnudo en primer plano. Las líneas visuales en la composición se  forman por los personajes y sus armas, respectivamente, verticales y diagonales. Las únicas líneas horizontales se ubican en el primer plano con los cuerpos tendidos.
Tonalidad: la composición que presenta es claro-oscuro, donde predominan los colores fríos –azul, gris, negro cromático– y colores tierra. La mayor iluminación está ubicada en el personaje femenino, con tonos cálidos –amarillo nápoles, siena y ocre– todos ellos matizados con el negro cromático. Debido a este contraste en luz e intensidad, la lectura del cuadro partirá desde el personaje femenino hacia el personaje inclinado a su izquierda, que lleva un tono azul ultramar, para continuar con el cuerpo tendido del primer plano; a partir de ahí la lectura será envolvente.
Textura: la pieza está realizada con óleo sobre tela, la técnica utilizada es figurativa con pinceladas sueltas. Se puede identificar las sinuosidades de pincel, el trazo del dibujo por encima del color. Existe una contraposición entre el quinto plano –cielo y ciudad de fondo–   y los demás planos; en la zona del cielo y la ciudad se permite ver el tramado del soporte textil, a modo de veladuras. Este le da un acabado real y rústico a la composición.
Equilibrio: con respecto a la distribución de líneas y tonos, el peso visual recae en la zona izquierda e inferior –la figura femenina, el joven y los cuerpos tendido. Sin embargo, ello no desequilibra la composición del cuadro; el personaje del segundo plano que tiene un tono azul frió, genera tensión complementaria con el ocre de la figura femenina, de esta forma se logra la armonía. (f. 2)



                                                                             Figura 2


II.
SIGNIFICACIÓN SECUNDARIA O CONVENCIONAL

La imagen en estudios lleva como título La liberté guidant le peuple, pintada por el artista Eugène Delacroix, en 1831.[2] Actualmente pertenece a la colección de obras de arte del Museo Louvre de Francia, y es expuesta en la sala de pintura francesa del siglo XIX.

Eugène Delacroix, nace en 1798, en una familia de altos funcionarios del estado, en consecuencia recibe una notable educación. Inicia sus estudios de arte en el taller particular de Guérin; y en 1819 conoce a Géricault, con quien forma una gran amistad. Común, para los jóvenes artistas, es admirar “los desnudos de Miguel Ángel, el color fresco de Tiziano y la exuberancia compositiva de Rubens” (Zuffi 2005:104).

El inicio significativo de Delacroix en las arte se da en 1822, con la exposición de La barca de Dante en el Salón de Paris (f. 3). Este es su ingreso al carácter romántico de la época. (Gabaudan 1979:21). En esta etapa se demuestra como artista interesado en crear grandes composiciones, con formas dramáticas; compone los personajes en un marco triangular, esto genera una imagen más dinámica, eleva los personajes que se desean fortalecer, creando jerarquías.  La barca de Dante  es un claro  antecedente de la obra que estamos analizando.


                                                                          Figura 3

Entre los años 16 y 20, los jóvenes intelectuales, idealistas se oponen al mundo racionalista y materialista. Es con ellos que se cimienta el movimiento romántico francés en las letras. Tomando como guías a los ingleses: Byron, Shelley y Walter Scott. Así mismo en 1819, Géricault, gran amigo de Delacroix, expone La balsa de la Medusa (f. 4); una obra de composición melodramática. Para 1820, Víctor Hugo, forma un grupo para la publicación de versos: con Vigny, Soumet y Deschamps, escribe sobre la necesidad de una renovación hacia un liberalismo político. (Gabaudan 1979:20-21).

                                                                         Figura 4

Uno de los escritores de la época, con quien guardaría una estrecha amistad, fue Charles Baudelaire. Este, en innumerables ocasiones escribirá sobre el artista: su genio y la obra. Expondrá la gran preocupación, de Delacroix, por la composición del color y la capacidad de contraponer tonos para lograr la atmósfera adecuada en el lienzo “Todo el mundo sabe que el amarillo, el naranja, el rojo, inspiran y representan la ideas de alegría, riqueza, de gloria y de amor, pero hay millares de atmósferas amarillas y rojas, todos los otros colores serán lógicamente afectados en una cantidad proporcional a la atmósfera dominante” (Textos de arte Setiembre, 2003:10). La Libertad está representada en tonos cálidos, ocres y amarillos, ellos contrastan con la aplicación de pigmentos oscuros. Esta conjunción refuerza la alegría, la gloria y el amor por la victoria, sentimientos de los combatientes en la jornada Les trois glorieuses.

Composición de la obra:

En la composición pictórica observamos como personaje central La libertad, sostiene con la mano derecha la nueva bandera de Francia (la tricolor) y en la otra un fusil con bayoneta, el objeto  resaltante en ella es el Gorro frigio, que es un objeto de vestir usado por los antiguos sacerdotes y magos del dios persa Mitra, este objeto llega de Roma para  convertirse en especial atributo de Paris (Hall 2003:232). Al lado izquierdo de La Libertad se aprecia a un niño, que esta vestido con camisa, chaleco y lleva un faluche, boina característica de los estudiantes en Francia.
A sus pies se encuentran dos soldados, sus uniformes y armaduras pertenecientes a la guardia real. Hay un tercer personaje, no se logra identificar a que legión pertenece, pues no lleva más que una camisa. 
En el extremo derecho del cuadro se observan tres personajes: el más cercano a La Libertad está a sus pies, herido y su vestimenta es característica de los obreros; el segundo hombre esta vestido con traje y lleva una chistera, sostiene una escopeta de caza, se ha identificado a este personaje como el mismo Delacroix, que se  incluye en el escena (f. 5 y 6), el tercer hombre es un obrero y lleva un sable y una pistola en la cintura. Gran parte de los personajes llevan armas, este objeto es alegórico a la victoria, tan solo si es portada por personajes vivos (Hall 2003:91). 

Figura 5 y 6

De fondo, en la zona izquierda del cuadro se identifica una ciudad y en ella las dos torres de la Catedral de Notre Dame, en consecuencia situamos la composición en Paris. Víctor Hugo preparaba su novela  Notre-Dame de Paris a mediados de 1830; este hecho era conocido por Delacroix (Gabaudan 1979:22-23). Asumimos que la figuración de la Catedral de Notre Dame, esta realizara en homenaje su amigo.
Es muy probable que Delacroix, conociera la obras: Leda y el cisne (f. 7), perteneciente al maestro Leonardo Da Vinci, de quien era un gran admirador (Textos de arte Setiembre, 2003:10). Se la representa totalmente desnuda con los pechos y el sexo exhibidos. Por lo tanto, es un antecedente importante de la mujer semi-desnuda que representa La libertad de Delacroix.
                                                                          Figura 7
De igual forma Delacroix no podría ser ajeno a la escuela artística en la que fue formado; se sabe que en el periodo de 1800 a 1815, la tendencia en las artes era la revaloración del Antigüedad clásica, la cual blinda al arte “modelos de republicanismo y de virtudes romanas” (Gabaudan 1979:16). 
Figuras escultóricas como la Venus de Milo y la Venus de Arlés (f. 8), han podido ser estudiadas en el dibujo por el artista. Estas dos imágenes llevan el torso desnudo, exhibiendo los senos, muy similares al de La Libertad. Continuando con el periodo clásico, la figura de La libertad guarda relación en composición de figura con Nikai de Peonio de Mende y con la Victoria de Samotracia (f.9). Se identifica parecido con estas dos esculturas por el drapeado de la vestimenta y con Niké de Peonio de Mende por el pecho semides-cubierto.
 
Figura 8 y 9

En línea y figura existe una semejanza con Rubens, por quien proclamara una admiración sin límites. Se interesara por los mismos temas que inquietaron a Rubens: “las alegorías e historias,  fundir las figuras mitológica, históricas y personajes literarios o reales  en una impetuosa confusión y hacer evolucionar las formas  con los colores vivos en movimiento pero siempre agrupadas armoniosamente, en la luz y el espacio.” Casos en relación con la obra en estudio son: El desembarco de María de Médicis en el puerto de Marsella del día 3 de noviembre de 1600 (f.10), Representa de esta forma a la diosa Fama que levita sobre la soberana; y en la zona baja del cuadro se representa el dios del mar, Neptuno, un grupo de sirenas y tritones. Otra obra de Rubens que guarda afinidad con la representación de los senos descubiertos es Erictonion descubierto por las hijas de Cécrope, en este cuadro se observa la escultura de Artemisa de Efesos o Cibeles, diosa de la fecundidad y la tierra (f. 11)
                                                               Figura 10 y 11
Delacroix, en el trascurso de su vida fue traductor en imagen de las obras de Shakespeare, Dante, Byron y Ariosto. Y para poder lograrlo debía perfeccionar su técnica; Delacroix confiesa a Baudelaire: “Puesto que considero que la impresión que transmite la naturaleza al artista es lo más importante ¿no es necesario que éste esté armado de antemano con todos los medios de traducción más rápidos?” (Textos de arte Setiembre, 2003:9). En Grecia moribunda en la ruinas de Missolonghi (f. 12), inspirada en las travesías de Lord Byron en Grecia. (Néret 2005:7) Destacamos el trabajo en tonos, el logro del claro oscuro para resaltar la figura principal, de igual manera la composición en línea del personaje principal. Mantiene una postura de heroísmo que es semejante al de La Liberta.

                                                                Figuras  12 y 13

 En esta obra de 1824, Estudio de cabeza (Muchacha sentada en un cementeri) (f.13), vemos el rostro y medio torso de una mujer de campo, ello se deduce por la coloración del rostro y la vestimenta que utiliza. Los rasgos antropomorfos de esta mujer guarda similitud, en rosto y en el recogido del cabello con una pequeña coleta en la nuca, con La Libertad.
Si prestamos atención a la actitud heroica, la postura del cuerpo nos recordara la imagen de Hersilia en El rapto de las sabinas, de 1799 (f.14) por Jaques-Louis David. Tema de la mitología romana recuperada por el artista para conmemorar la reconciliación de los partidos burgueses durante la Revolución Francesa. (1000 Obras Maestras de la Pintura: 236).

                                                                       Figura  14

Sin embargo La Libertad tiene el torso levemente grueso, denotando el trabajo corporal arduo que ella puede ejercer. Es conocida la marcha de las mujeres, hacia el palacio de Versalles, en 1789 (f. 15). Un gran movimiento de masa femenina se dirige al palacio para apresar a los reyes. Estas mujeres eran trabajadoras del mercado y esposas de pescadores, por esta labor eran fuertes. Sí Delacroix quiso representar a su figura femenina según el contexto histórico, se explicaría el torso grande, los hombros anchos, cierta musculatura en el cuello y clavícula. 

                                                                          Figura 15
                                                                         
La Libertad guiando al pueblo, no fue la única representación pictórica de la jornada de Las Tres Gloriosas. Jean-Victor Schnetz elabora Combate frente al Hotel de la Ciudad de París el 28 de julio de 1830, de estilo clásico, la atmósfera tonal fría, los personajes rígidos. Podemos ver un hombre, en medio del cuadro, que sostiene a un niño y este su vez la bandera de Francia;  esta alzado en armas y rodeado de hombres, también armando y con un niño que lo alienta (un tamborilero); esta escena es construida sobre los adoquines. Es evidente la similar composición en personajes con el cuadro de Delacroix, no obstante la construcción en linea y profundad es opuesta.  Refleja los hechos reales pero no construye contenido, presenta solo lo visual de la jornada.  (f. 16)



Figura 16


El contexto histórico-político:
Para esa época el contexto social y político, en Paris, es inestable. Tras el final de la Revolución francesa, 1799, con Napoleón Bonaparte como emperador se termina la fase más violenta. Napoleón se propone restablecer el orden,  poner fin a la guerra interna y extranjera para sanear la economía arruinada. Sin embargo el régimen de Napoleón termina siendo el más autoritario. En 1814, los Borbones regresan a Paris y exigen la corona para Luis XVIII. Napoleón es preso en una isla, pero escapa para volver; esta etapa es denominada el régimen de los Cien días, el término se da con la derrota de Waterloo y la salida definitiva de Napoleón del ámbito político.
Entre 1815 y 1830, se produce una monarquía constitucional bicamerista de tipo inglés; este es un régimen más liberal pero ejecutan varios arreglos políticos que lo volverán impopular. En este periodo crece la inconformidad de los diferentes grupos sociales: los jóvenes que se preparaban para ser oficiales, el grupo de intelectuales dirigidos por Víctor Hugo y las organizaciones obreras. Todos ellos veían y detestaban un reinado inmóvil, que hacía tratados con otros países vendiendo y mellando su orgullo; así se convierte “Francia en un país vencido”. (Gabaudan 1979:16-18)
A la muerte de Luis XVIII y sube al trono Carlos X. La izquierda (los liberales) y derecha (los Borbones) entran en constantes desacuerdos. Para evitar esto, Carlos X decide proclamar Las leyes de prensa en julio de 1830, Les Ordonnances. Este hecho hace estallar la violencia y París se ve en tres días de ardua jornada, el 27, 28 y 29 de Julio, más conocidas como Las tres gloriosas (Les trois glorieuses). En ella, participan todos los grupos de izquierdas, la clase obrera, la clase estudiantil y el grupo que dirige Víctor Hugo: Gautier, Nerval y Petrus Borel. Delacroix sale a las calles; sin embargo logra proteger el Museo Louvre, con un grupo de artistas.
La Jornada concluye con el exilio de Carlos X y toda su familia. El grupo liberal, formado por todos los combatientes, aspiran instaurar la república. Sin embargo por una maniobra de los grupos económicos (Thier, el banquero Laffite y La Fayette) dirigen la victoria en favor al Duque de Orléans, y es coronado como Luis Felipe I, el rey-ciudadano.


III.
SIGNIFICACIÓN INTRÍNSECA O CONTENIDO
El tema de la “Libertad”, es propuesto en las artes, por Víctor Hugo, como un dogma. En febrero de 1830, reúne en su casa al Cénacle, un círculo de los escritores brillantes: Balzac, Vigny, Musset, Gautier, Mérinée, Nerval, Dummas; a esta reunión es invitado el joven Delacroix. (Gabaudan 1979:22).
No será un acto casual la representación de una  mujer y un niño, como personajes activos y vibrantes en La liberté guidant le peuple. Para Delacroix las mujeres son “un objeto de arte, delicioso y apropiado para excitar el espíritu, pero un objeto de arte desobediente y perturbador, si se le entrega el umbral del corazón y que devora glotonamente el tiempo y las fuerzas” (Textos de arte Setiembre, 2003:21). Sin embargo, la figura del  infante para el artista es desagradable: “La infancia no le parecía a su espíritu sino las manos embadurnadas de dulces…o que golpeaban el tambor, incendiarias y animalmente peligrosas como el mono” (Textos de arte Setiembre, 2003:21)
En este punto retomamos las imágenes, antes mencionadas, de la antigüedad clásica. La Venus de Milo, la Venus de Arlés y Leda con el Cisne; son alegorías de la fertilidad y la maternidad. “En las culturas prehistóricas el regessus ad auterum, la vuelta al vientre materno simboliza la muerte como la primera etapa de resurrección” (Battistin 2003:128,132). Por otro lado, las figuras de Nikai de Peonio de Mende y la Victoria de Samotracia, reflejan claramente el significante de victoria, de triunfo “es una especie de ángel que viene a coronar al vencedor en las competiciones armadas, atléticas o poéticas… se le representa rodeada por un montón de armas y apoyada en él” (Hall 2003:284).
Entendemos que Delacroix se inspiró en estas musas de mármol para lograr transmitir la atmósfera de victoria y elaborar contenido heroico en los cuerpos yacientes del primer plano, en el de La Libertad bajo los similares movimientos del pincel de Rubens, al representar este, las historias mitológicas. De modo que crea una diosa para Francia. Pero esta construcción, solo se lograra bajo el rigor del genio y su técnica. En un artículo para La Opinión Nacional, Baudelaire, describe así la obra de Delacroix: “Es lo indivisible, es lo impalpable, es el sueño, son los nervios, es el alma… hacen pensar más, y vuelven a llamar a la memoria la mayoría de sentimientos y pensamientos poético ya conocidos”. Y detalla la característica de su técnica “le ha permitido expresar, simplemente con el contorno, el gesto del hombre, por violento que sea, y con el color que podría llamarse la atmósfera del drama humano, o el estado del alma del creador” (Textos de arte Setiembre, 2003: 8).
Evidentemente el análisis se ha centrado en la figura de La Libertad; con los antecedentes de figuras femeninas en esculturas y pinturas, todas ellas melodramáticas, que alberga el significante de victoria y fertilidad; por otro lado la figura del niño representara el frenesí de la jornada. Las dos figuras serán la base para el manifiesto pictórico de Delacroix y su  análisis ha sido necesario para reconocer, por contraste, a “los otro”.
En la obra encontramos una contraposición clara,  muerte y vida. La muerte personificada por los cadáveres en primer plano (los otros) y la vida por La Libertad, ella germina triunfal sobre estos. La nueva diosa, La Libertad, lleva la recién proclamada bandera de Francia como símbolo triunfal y sostiene un arma; ella avanzan guiando al pueblo (también armado), pero avanzan sobre cadáveres, que son oficiales del reino pero a su vez son franceses, más aún, son seres humanos (representados por el primer cuerpo tendido que no lleva uniforme). Es evidente que en una guerra siempre habrá muertos y es conocida la violencia como constructora de la historia en muchas naciones. Pero existe una contradicción del mensaje de victoria heroica en el cuadro, esta se identifica en los revolucionarios francés, representados en el tercer plano de la composición. Este grupo, conformado por las elites intelectuales, los jóvenes republicanos, estudiantes, politécnicos, viejos soldados y oficiales del imperio; todos ellos plantean una nueva nación, más justa, más humana por lo mismo deciden eliminar décadas atrás a sus opresores, a la familia Borbón.
Es una obra que representa, en primera instancia, el movimiento popular y al mismo tiempo desea contar una historia al espectador.  La imagen de La Libertad victoriosa, fértil y divina es la guía por excelencia de un trabajo político. Y nos referimos a lo político como desacuerdo, lo que no se puede mostrar pero está presenta, ello no se debe confundir con política, esta trabaja con lo político quitándole el carácter inestable y le da un sentido, pero termina por eliminar su esencia. (Bal, Arte para lo político: 42-43)
La liberté guidant le peuple muestra el antagonismo entre la narración visual de la obra y la postura humanista de los revolucionarios franceses. Ello no está explícito en la obra, está en una dimensión más profunda. La obra presenta un gran logro, como resalta Baudelaire, en color, figura y línea, sin embargo no se quede en la forma, logra presenta contenido. Un contenido que politiza al ser humano. Un ejemplo contrario y de política es la pintura de Jean-Victor Schnetz, Combate frente al Hotel de la Ciudad de París el 28 de julio de 1830, que no construye alegorías, los personajes están identificados, no hay confusión; claramente es una narración para ensalzar el espíritu de la jornada, similar al arte del realismo socialista, obras políticas que buscan ordenar el mundo con mensajes doctrinarios.

Finalmente, La Libertad adquiere una sombra perturbadora, que devora el tiempo y las fuerzas, su acto heroico se convierte en una acto cruel; ello entra en desacuerdo con los ideales de la época. Este conflicto moral vendría a ser lo oscuro del contexto, asumimos que Delacroix logro percibir ello, porque se encontraba al margen de la jornada. Es aquí donde podemos situar la obra como una composición de arte contemporáneo para su tiempo, ¿Y que es lo contemporáneo en ella?. Aquí recordamos la idea de Giorgio Agamben “Contemporáneo es aquel que tiene fija la mirada en su tiempo, para percibir no las luces, sino la oscuridad. Todos los tiempos son para quien lleva a cabo la contemporaneidad, oscuros.” La liberté guidant le peuple, será un  referente para el arte conceptual, no en la forma, claro está; sino en  buscar, insinuar el afuera, los conflictos, cuestionar los movimiento. (Agamben 2008:3) 

BIBLIOGRAFÍA
AGAMBEN, Giorgio
2008                              ¿Qué es lo contemporáneo? En línea 1 de septiembre: http://19bienal.fundacionpaiz.org.gt/wp-content/uploads/2014/02/agamben-que-es-lo-contemporaneo.pdf

BAL, Mieke                   Arte para lo Politico. Estudios Visuales. CENDEAC. En Línea 1 de septiembre: http://www.estudiosvisuales.net/revista/pdf/num7/03_bal.pdf

BATTISTINI
2003                              Símbolos y alegorías. Segunda edición. Barcelona. Electra (Grupo Editorial Random House Mondadori. S. L.)
FACULTAD DE ARTE – ESCULTURA
2003, Setiembre          Textos de arte. La obra y vida de Eugene Delacroix, Charles  Baudelaire. Lima. Editado por Facultad de Arte – Escultura.
GABAUDAN, Paulette
1979                               El romanticismo en Francia. Primera edición. España. Ediciones Universidad de Salamanca.
HALL, James
2003                                Diccionario de Temas y símbolos artísticos, I y II.  Primera edición en dos volúmenes. Madrid. Alianza Editorial S. A.
NÉRET, Gilles
2005                                Eugène Delacroix, El Príncipe del Romanticismo. Primera edición. Madrid. Taschen
STUKENBROCK, Christiane
                                        1000 Obras Maestras de la Pintura. Primera edición.  España. H. F. Ullmann publishing GnbH.
PANOFSKY, Erwin
2008                                El significado en las artes visuales. Segunda reimpresión. Madrid. Editorial Alianza Forma
ZUFFI,  Stefano
2005                              Gran diccionario de la A a la Z de los Pintores. Segunda edición. Barcelona. Electra (Grupo Editorial Random House Mondadori. S. L.)






      

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios aportan a la comunidad de historiadores del arte que queremos fomentar desde Lima. ¡Sea preciso y crítico!