“La fatigue, l'espoir
semant des barricades
Voyez sur les balcons
marcher des estocades
Car
chaque maison est un fort
Chaque meuble une arme
guerriere
Chaque porte une
meurtriere;
Et chaque toit un
arsenal”
Petrus Borel
En el presente trabajo se analiza la
obra La Libertad Guiando al Pueblo de Eugène Delacroix por
medio del Método Iconológico de Erwin Panofsky. El desarrollo será con los tres
niveles de significación de la obra de arte: Significación primaria o natural, Significación secundaria o
convencional y Significación intrínseca o contenido.
I.
SIGNIFICACIÓN PRIMARIA O NATURAL
La obra mide 2.60 metro de alto y 3.25 metros de ancho, es de
formato bidimensional, de composición horizontal y está realizada en óleo sobre
lienzo.
Composición:
La escena presenta cinco planos, se describirán de derecha a
izquierda del cuadro.
En el primer plano se encuentran tres cuerpos tendidos en el
suelo. El primer cuerpo esta semi-desnudo, tan solo con un camisón blanco y un
calcetín, el siguiente cuerpo esta vestido pero carece de un zapato y el tercer
personaje se ha representado con la cabeza boca abajo y medio torso con
armadura.
El segundo plano presenta
tres personajes: el primero se encuentra reclinado con el torso extendido y en
postura horizontal, el rostro elevado y observando al segundo personaje. Es una
mujer, se encuentra erguida en posición de caminar, de talla grande con el torso grueso, el
rostro esta girado a su derecha. Deja a la vista sus pechos turgentes, de la
cintura hacia abajo están cubiertos por un vestido blanco-ocre y descalza. Tiene el brazo derecho extendido y
sosteniendo una bandera y el brazo izquierdo a la altura de su cadera sostiene
un arma, lleva un gorro apuntado y cónico, con la parte superior inclinada
hacia delante. El tercer personaje es un
niño, con similar postura que la mujer, tiene el brazo derecho alzado, en cada
mano sostiene un arma.
El tercer plano conformado por tres figuras verticales: el
primero es un niño que lleva un gorro y sostiene una espada; el segundo tiene
una vestimenta blanca y sostiene en la mano derecha una espada. El tercer personaje
esta vestido con traje y un sombrero de copa alta.
En el cuarto plano observamos un grupo de personas en medio
de una humareda. El quinto plano es el fondo, conformado por el cielo y un
conjunto de edificios.
Todos estos
elementos se unen en un área triangular por medio de sus movimientos y la
expresión de los rostros, las miradas y la posición de los cuerpos. En los
ángulos del triángulo concuerdan los personajes destacados en color y línea. (f. 1)
Figura 1
Elementos formales
Punto y línea: se determina dos puntos focales los pechos de
la mujer y el torso del personaje semidesnudo en primer plano. Las líneas
visuales en la composición se forman por
los personajes y sus armas, respectivamente, verticales y diagonales. Las únicas
líneas horizontales se ubican en el primer plano con los cuerpos tendidos.
Tonalidad: la composición que presenta es claro-oscuro, donde
predominan los colores fríos –azul, gris, negro cromático– y colores tierra. La
mayor iluminación está ubicada en el personaje femenino, con tonos cálidos
–amarillo nápoles, siena y ocre– todos ellos matizados con el negro cromático.
Debido a este contraste en luz e intensidad, la lectura del cuadro partirá
desde el personaje femenino hacia el personaje inclinado a su izquierda, que
lleva un tono azul ultramar, para continuar con el cuerpo tendido del primer
plano; a partir de ahí la lectura será envolvente.
Textura: la pieza está realizada con óleo sobre tela, la
técnica utilizada es figurativa con pinceladas sueltas. Se puede identificar
las sinuosidades de pincel, el trazo del dibujo por encima del color. Existe
una contraposición entre el quinto plano –cielo y ciudad de fondo– y los demás planos; en la zona del cielo y
la ciudad se permite ver el tramado del soporte textil, a modo de veladuras.
Este le da un acabado real y rústico a la composición.
Equilibrio: con respecto a la distribución de líneas y tonos,
el peso visual recae en la zona izquierda e inferior –la figura femenina, el
joven y los cuerpos tendido. Sin embargo, ello no desequilibra la composición
del cuadro; el personaje del segundo plano que tiene un tono azul frió, genera
tensión complementaria con el ocre de la figura femenina, de esta forma se
logra la armonía. (f. 2)
Figura 2
II.
SIGNIFICACIÓN SECUNDARIA O
CONVENCIONAL
La imagen en estudios lleva como título La liberté guidant le peuple, pintada por el artista Eugène Delacroix, en 1831.[2]
Actualmente pertenece a la colección de obras de arte del Museo Louvre de Francia,
y es expuesta en la sala de pintura
francesa del siglo XIX.
Eugène Delacroix, nace en 1798, en una familia de altos funcionarios del
estado, en consecuencia recibe una notable educación. Inicia sus estudios de
arte en el taller particular de Guérin; y en 1819 conoce a Géricault, con quien
forma una gran amistad. Común, para los jóvenes artistas, es admirar “los
desnudos de Miguel Ángel, el color fresco de Tiziano y la exuberancia
compositiva de Rubens” (Zuffi 2005:104).
El inicio
significativo de Delacroix en las arte se da en 1822, con la exposición de La barca de Dante en el Salón de Paris (f. 3). Este es su ingreso al carácter romántico de la
época. (Gabaudan
1979:21). En esta etapa se
demuestra como artista interesado en crear grandes composiciones, con formas
dramáticas; compone los personajes en un marco triangular, esto
genera una imagen más dinámica, eleva los personajes que se desean fortalecer,
creando jerarquías. La
barca de Dante es un claro
antecedente de la obra que estamos analizando.
Figura 3
Entre los años 16 y 20, los jóvenes intelectuales, idealistas
se oponen al mundo racionalista y materialista. Es con ellos que se cimienta el
movimiento romántico francés en las letras. Tomando como guías a los ingleses:
Byron, Shelley y Walter Scott. Así mismo en 1819, Géricault, gran amigo de
Delacroix, expone La balsa de la Medusa (f. 4); una obra de composición melodramática. Para 1820, Víctor Hugo, forma un
grupo para la publicación de versos: con Vigny, Soumet y Deschamps, escribe
sobre la necesidad de una renovación hacia un liberalismo político. (Gabaudan
1979:20-21).
Figura 4
Uno
de los escritores de la época, con quien guardaría una estrecha amistad, fue
Charles Baudelaire. Este, en innumerables ocasiones escribirá sobre el artista:
su genio y la obra. Expondrá la gran preocupación, de Delacroix, por la
composición del color y la capacidad de contraponer tonos para lograr la
atmósfera adecuada en el lienzo “Todo el mundo sabe que el amarillo, el
naranja, el rojo, inspiran y representan la ideas de alegría, riqueza, de
gloria y de amor, pero hay millares de atmósferas amarillas y rojas, todos los
otros colores serán lógicamente afectados en una cantidad proporcional a la
atmósfera dominante” (Textos
de arte Setiembre, 2003:10).
La Libertad está representada en tonos cálidos, ocres y amarillos, ellos contrastan con la aplicación de pigmentos oscuros. Esta
conjunción refuerza la alegría, la gloria y el amor por la victoria,
sentimientos de los combatientes en la jornada Les
trois glorieuses.
Composición de la obra:
En la composición pictórica observamos como personaje central
La libertad, sostiene con la mano
derecha la nueva bandera de Francia (la tricolor) y en la otra un fusil con
bayoneta, el objeto resaltante en ella
es el Gorro frigio, que es un objeto
de vestir usado por los antiguos sacerdotes y magos del dios persa Mitra, este
objeto llega de Roma para convertirse en especial atributo de Paris (Hall
2003:232). Al lado izquierdo de La
Libertad se aprecia a un niño, que esta vestido con camisa, chaleco y lleva
un faluche, boina característica de
los estudiantes en Francia.
A sus pies se encuentran dos soldados, sus uniformes y
armaduras pertenecientes a la guardia real. Hay un tercer personaje, no se
logra identificar a que legión pertenece, pues no lleva más que una
camisa.
En el extremo derecho del cuadro se observan tres personajes:
el más cercano a La Libertad está a
sus pies, herido y su vestimenta es característica de los obreros; el segundo
hombre esta vestido con traje y lleva una chistera, sostiene una escopeta de
caza, se ha identificado a este personaje como el mismo Delacroix, que se incluye en el escena (f. 5 y 6), el tercer
hombre es un obrero y lleva un sable y una pistola en la cintura. Gran parte de
los personajes llevan armas, este objeto es alegórico a la victoria, tan solo
si es portada por personajes vivos (Hall 2003:91).
Figura 5 y 6
De fondo, en la zona izquierda del cuadro se
identifica una ciudad y en ella las dos torres de la Catedral de Notre Dame, en
consecuencia situamos la composición en Paris. Víctor Hugo preparaba su
novela Notre-Dame de Paris a mediados de 1830; este hecho era conocido por
Delacroix (Gabaudan 1979:22-23). Asumimos que la figuración de la Catedral de
Notre Dame, esta realizara en homenaje su amigo.
Es muy probable que Delacroix, conociera la obras: Leda y el cisne (f. 7),
perteneciente al maestro Leonardo Da Vinci, de quien era un gran admirador (Textos de arte Setiembre,
2003:10). Se la representa totalmente desnuda con los
pechos y el sexo exhibidos. Por lo tanto, es un antecedente importante de la
mujer semi-desnuda que representa La
libertad de Delacroix.
Figura 7
De igual
forma Delacroix no podría ser ajeno a la escuela artística en la que fue
formado; se sabe que en el periodo de 1800 a 1815, la tendencia en las artes
era la revaloración del Antigüedad clásica, la cual blinda al arte “modelos de
republicanismo y de virtudes romanas” (Gabaudan 1979:16).
Figuras
escultóricas como la Venus de Milo y la
Venus de Arlés (f. 8), han podido ser estudiadas en el dibujo por el
artista. Estas dos imágenes llevan el torso desnudo, exhibiendo los senos, muy
similares al de La Libertad. Continuando con el periodo clásico, la figura de
La libertad guarda relación en
composición de figura con Nikai de
Peonio de Mende y con la Victoria de
Samotracia (f.9). Se identifica parecido con estas dos esculturas por el drapeado de la
vestimenta y con Niké de Peonio de
Mende por el pecho semides-cubierto.
Figura 8 y 9
En línea y figura existe una semejanza con Rubens, por quien
proclamara una admiración sin límites. Se interesara por los mismos temas que
inquietaron a Rubens: “las alegorías e historias, fundir las figuras mitológica, históricas y
personajes literarios o reales en una
impetuosa confusión y hacer evolucionar las formas con los colores vivos en movimiento pero siempre
agrupadas armoniosamente, en la luz y el espacio.” Casos en relación con la
obra en estudio son: El desembarco de
María de Médicis en el puerto de Marsella del día 3 de noviembre de 1600 (f.10), Representa de esta forma a la diosa
Fama que levita sobre la soberana; y en la zona baja del cuadro se representa
el dios del mar, Neptuno, un grupo de sirenas y tritones. Otra obra de Rubens
que guarda afinidad con la representación de los senos descubiertos es Erictonion descubierto por las hijas de
Cécrope, en este cuadro se observa la escultura de Artemisa de Efesos o
Cibeles, diosa de la fecundidad y la tierra (f. 11)
Figura 10 y 11
Delacroix, en el trascurso de su vida fue traductor en imagen
de las obras de Shakespeare, Dante, Byron y Ariosto. Y para poder lograrlo
debía perfeccionar su técnica; Delacroix confiesa a Baudelaire: “Puesto que
considero que la impresión que transmite la naturaleza al artista es lo más
importante ¿no es necesario que éste esté armado de antemano con todos los
medios de traducción más rápidos?” (Textos de arte Setiembre, 2003:9). En Grecia moribunda en la ruinas de Missolonghi
(f. 12), inspirada en las travesías de Lord Byron en Grecia. (Néret 2005:7)
Destacamos el trabajo en tonos, el logro del claro oscuro para resaltar la
figura principal, de igual manera la composición en línea del personaje
principal. Mantiene una postura de heroísmo que es semejante al de La Liberta.
Figuras 12 y 13
En esta obra de 1824, Estudio de
cabeza (Muchacha sentada en un
cementeri) (f.13), vemos el
rostro y medio torso de una mujer de campo, ello se deduce por la coloración
del rostro y la vestimenta que utiliza. Los rasgos antropomorfos de esta mujer
guarda similitud, en rosto y en el recogido del cabello con una pequeña coleta
en la nuca, con La Libertad.
Si prestamos
atención a la actitud heroica, la postura del cuerpo nos recordara la imagen de
Hersilia en El rapto de las sabinas, de 1799 (f.14) por Jaques-Louis David.
Tema de la mitología romana recuperada por el artista para conmemorar la
reconciliación de los partidos burgueses durante la Revolución Francesa. (1000
Obras Maestras de la Pintura: 236).
Figura 14
Sin embargo La Libertad tiene el torso levemente grueso, denotando el trabajo
corporal arduo que ella puede ejercer. Es conocida la marcha de las mujeres, hacia
el palacio de Versalles, en 1789 (f. 15). Un gran movimiento de masa femenina
se dirige al palacio para apresar a los reyes. Estas mujeres eran trabajadoras
del mercado y esposas de pescadores, por esta labor eran fuertes. Sí Delacroix
quiso representar a su figura femenina según el contexto histórico, se explicaría el torso grande, los hombros anchos, cierta musculatura en el
cuello y clavícula.
Figura 15
La Libertad guiando al pueblo, no fue la única representación pictórica de la
jornada de Las Tres Gloriosas.
Jean-Victor Schnetz elabora Combate
frente al Hotel de la Ciudad de París el 28 de julio de 1830, de estilo clásico, la atmósfera tonal fría, los personajes rígidos. Podemos
ver un hombre, en medio del cuadro, que sostiene a un niño y este su vez la
bandera de Francia; esta alzado en armas
y rodeado de hombres, también armando y con un niño que lo alienta (un tamborilero); esta escena es construida sobre los adoquines. Es evidente la similar composición en personajes con el cuadro de Delacroix, no obstante la
construcción en linea y profundad es opuesta. Refleja los hechos reales pero no construye
contenido, presenta solo lo visual de la jornada. (f. 16)
Figura 16
El contexto histórico-político:
Para esa época el contexto social y político, en Paris, es
inestable. Tras el final de la Revolución francesa, 1799, con Napoleón
Bonaparte como emperador se termina la fase más violenta. Napoleón se propone
restablecer el orden, poner fin a la
guerra interna y extranjera para sanear la economía arruinada. Sin embargo el
régimen de Napoleón termina siendo el más autoritario. En 1814, los Borbones
regresan a Paris y exigen la corona para Luis XVIII. Napoleón es preso en una
isla, pero escapa para volver; esta etapa es denominada el régimen de los Cien
días, el término se da con la derrota de Waterloo y la salida definitiva de
Napoleón del ámbito político.
Entre 1815 y 1830, se
produce una monarquía constitucional bicamerista de tipo inglés; este es un
régimen más liberal pero ejecutan varios arreglos políticos que lo volverán
impopular. En este periodo crece la inconformidad de los diferentes grupos sociales:
los jóvenes que se preparaban para ser oficiales, el grupo de intelectuales
dirigidos por Víctor Hugo y las organizaciones obreras. Todos ellos veían y
detestaban un reinado inmóvil, que hacía tratados con otros países vendiendo y
mellando su orgullo; así se convierte “Francia en un país vencido”. (Gabaudan
1979:16-18)
A la muerte de Luis XVIII y sube al
trono Carlos X. La izquierda (los liberales) y derecha (los Borbones) entran en
constantes desacuerdos. Para evitar esto, Carlos X decide proclamar Las leyes
de prensa en julio de 1830, Les
Ordonnances. Este hecho hace estallar la violencia y París se ve en tres
días de ardua jornada, el 27, 28 y 29 de Julio, más conocidas como Las tres gloriosas (Les trois glorieuses).
En ella, participan todos los grupos de izquierdas, la clase obrera, la clase
estudiantil y el grupo que dirige Víctor Hugo: Gautier, Nerval y Petrus Borel.
Delacroix sale a las calles; sin embargo logra proteger el Museo Louvre, con un
grupo de artistas.
La Jornada concluye con el exilio
de Carlos X y toda su familia. El grupo liberal, formado por todos los
combatientes, aspiran instaurar la república. Sin embargo por una maniobra de
los grupos económicos (Thier, el banquero Laffite y La Fayette) dirigen la
victoria en favor al Duque de Orléans, y es coronado como Luis Felipe I, el
rey-ciudadano.
III.
SIGNIFICACIÓN INTRÍNSECA O CONTENIDO
El tema de la “Libertad”, es propuesto en las artes, por
Víctor Hugo, como un dogma. En febrero de 1830, reúne en su casa al Cénacle, un círculo de los escritores
brillantes: Balzac, Vigny, Musset, Gautier, Mérinée, Nerval, Dummas; a esta
reunión es invitado el joven Delacroix. (Gabaudan 1979:22).
No será un acto casual la representación de una mujer y un niño, como personajes activos y
vibrantes en La liberté guidant le peuple.
Para Delacroix las mujeres son “un objeto de arte, delicioso y apropiado para
excitar el espíritu, pero un objeto de arte desobediente y perturbador, si se
le entrega el umbral del corazón y que devora glotonamente el tiempo y las
fuerzas” (Textos de arte Setiembre, 2003:21). Sin embargo, la figura del infante para el artista es desagradable: “La
infancia no le parecía a su espíritu sino las manos embadurnadas de dulces…o
que golpeaban el tambor, incendiarias y animalmente peligrosas como el mono” (Textos
de arte Setiembre, 2003:21)
En este punto retomamos las
imágenes, antes mencionadas, de la antigüedad clásica. La Venus de Milo, la Venus de Arlés y Leda con el Cisne; son
alegorías de la fertilidad y la maternidad. “En las culturas prehistóricas el regessus ad auterum, la vuelta al
vientre materno simboliza la muerte como la primera etapa de resurrección”
(Battistin 2003:128,132). Por otro lado, las figuras de Nikai de
Peonio de Mende y la Victoria de
Samotracia, reflejan claramente el significante de victoria, de triunfo
“es una especie de ángel que viene a coronar al vencedor en las competiciones
armadas, atléticas o poéticas… se le representa rodeada por un montón de armas
y apoyada en él” (Hall 2003:284).
Entendemos que Delacroix se inspiró
en estas musas de mármol para lograr transmitir la atmósfera de victoria y elaborar contenido heroico en los cuerpos
yacientes del primer plano, en el de La
Libertad bajo los similares movimientos del pincel de Rubens, al
representar este, las historias mitológicas. De modo que crea una diosa para
Francia. Pero esta construcción, solo se lograra bajo el rigor del genio y su
técnica. En un artículo
para La Opinión Nacional, Baudelaire,
describe así la obra de Delacroix: “Es lo indivisible, es lo impalpable, es el
sueño, son los nervios, es el alma… hacen pensar más, y vuelven a llamar a la
memoria la mayoría de sentimientos y pensamientos poético ya conocidos”. Y
detalla la característica de su técnica “le ha permitido expresar, simplemente
con el contorno, el gesto del hombre, por violento que sea, y con el color que
podría llamarse la atmósfera del drama humano, o el estado del alma del
creador” (Textos de arte Setiembre, 2003: 8).
Evidentemente el análisis se ha
centrado en la figura de La Libertad; con los antecedentes de figuras femeninas
en esculturas y pinturas, todas ellas melodramáticas, que alberga el
significante de victoria y fertilidad; por otro lado la figura del niño
representara el frenesí de la jornada. Las dos figuras serán la base para el
manifiesto pictórico de Delacroix y su análisis
ha sido necesario para reconocer, por contraste, a “los otro”.
En la obra encontramos una
contraposición clara, muerte y vida. La
muerte personificada por los cadáveres en primer plano (los otros) y la vida
por La Libertad, ella germina triunfal sobre estos. La nueva diosa, La Libertad, lleva la recién proclamada
bandera de Francia como símbolo triunfal y sostiene un arma; ella avanzan
guiando al pueblo (también armado), pero avanzan sobre cadáveres, que son
oficiales del reino pero a su vez son franceses, más aún, son seres humanos
(representados por el primer cuerpo tendido que no lleva uniforme). Es evidente
que en una guerra siempre habrá muertos y es conocida la violencia como
constructora de la historia en muchas naciones. Pero existe una contradicción
del mensaje de victoria heroica en el cuadro, esta se identifica en los
revolucionarios francés, representados en el tercer plano de la composición.
Este grupo, conformado por las elites intelectuales, los jóvenes republicanos,
estudiantes, politécnicos, viejos soldados y oficiales del imperio; todos ellos
plantean una nueva nación, más justa, más humana por lo mismo deciden eliminar
décadas atrás a sus opresores, a la familia Borbón.
Es una obra que representa, en primera instancia, el
movimiento popular y al mismo tiempo desea contar una historia al espectador. La imagen de La Libertad victoriosa, fértil y divina es la guía por excelencia
de un trabajo político. Y nos referimos a lo político como desacuerdo, lo que
no se puede mostrar pero está presenta, ello no se debe confundir con política,
esta trabaja con lo político quitándole el carácter inestable y le da un
sentido, pero termina por eliminar su esencia. (Bal, Arte para lo político:
42-43)
La liberté guidant le
peuple muestra el
antagonismo entre la narración visual de la obra y la postura humanista de los
revolucionarios franceses. Ello no está explícito en la obra, está en una
dimensión más profunda. La obra presenta un gran logro, como resalta
Baudelaire, en color, figura y línea, sin embargo no se quede en la forma,
logra presenta contenido. Un contenido que politiza al ser humano. Un ejemplo
contrario y de política es la pintura de Jean-Victor Schnetz, Combate
frente al Hotel de la Ciudad de París el 28 de julio de 1830, que no
construye alegorías, los personajes están identificados, no hay confusión;
claramente es una narración para ensalzar el espíritu de la jornada, similar al
arte del realismo
socialista, obras políticas que buscan ordenar el mundo con mensajes doctrinarios.
Finalmente, La Libertad
adquiere una sombra perturbadora, que devora el tiempo y las fuerzas, su acto
heroico se convierte en una acto cruel; ello entra en desacuerdo con los ideales
de la época. Este conflicto moral vendría a ser lo oscuro del contexto,
asumimos que Delacroix logro percibir ello, porque se encontraba al margen de la
jornada. Es aquí donde podemos situar la obra como una composición de arte
contemporáneo para su tiempo, ¿Y que es lo contemporáneo en ella?. Aquí
recordamos la idea de Giorgio Agamben “Contemporáneo es aquel que tiene fija la
mirada en su tiempo, para percibir no las luces, sino la oscuridad. Todos los
tiempos son para quien lleva a cabo la contemporaneidad, oscuros.” La liberté guidant le peuple, será un referente
para el arte conceptual, no en la forma, claro está; sino en buscar, insinuar el afuera, los conflictos,
cuestionar los movimiento. (Agamben 2008:3)
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contemporáneo? En línea 1 de septiembre:
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FACULTAD DE ARTE – ESCULTURA
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Lima. Editado por Facultad de Arte – Escultura.
GABAUDAN, Paulette
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STUKENBROCK, Christiane
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PANOFSKY, Erwin
2008 El
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ZUFFI, Stefano
2005 Gran diccionario de la A a la Z de los
Pintores. Segunda edición. Barcelona. Electra (Grupo Editorial Random House
Mondadori. S. L.)
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